Los despachos están pagando cada vez más el salario a sus abogados de manera variable, en función del rendimiento.
La morosidad de los créditos concedidos por bancos, cajas, cooperativas y establecimientos financieros de crédito a particulares y empresas alcanzó en agosto el 10,51%, lo que marca un nuevo máximo histórico desde que el Banco de España recopila estos datos. Esta tasa de impago ahonda en el nivel más alto registrado en julio (9,86%) y marca una brecha de 1,36 puntos porcentuales respecto al máximo de la crisis anterior, febrero de 1994, cuando se estableció en el 9,15%. También supone un aumento de más de tres puntos porcentuales respecto al nivel de agosto de 2011 (7,15%).

Los datos de morosidad que analiza el Banco de España no dejan lugar a dudas pero tampoco es una sorpresa: no cuesta tanto trabajar como cobrar, y la cuerda que hace unos años -incluso hace unos meses- daban los bancos cada vez se tensa más. La abogacía sufre y disfruta, como sector servicios que es, de los sube y baja objetivo y psicológico de la sociedad; y por supuesto también sufre morosidad.
José Miguel Andrés, Presidente de Ernst & Young en España, comenta que "pese a que España seguirá este año en recesión, se están sentando las bases para que nuestra economía se recupere. Si el Gobierno implementa con éxito su ambiciosa agenda de reformas estructurales, España podría asegurar un potencial de crecimiento económico y de creación sostenida de empleo una vez que la economía comience a mostrar signos de fortaleza. Por ello, y suponiendo que el Gobierno logre los objetivos propuestos, el crecimiento del PIB debería acelerarse a partir del 2015 y 2016 a cifras superiores al 2%, según nuestras estimaciones".
Para José Luis López Torres, socio del sector financiero de PwC, "en un entorno de máxima incertidumbre, las entidades financieras se han pasado el último año centradas en gestionar los riesgos derivados del entorno macroeconómico, el cual ha agravado la situación de los riesgos de crédito y liquidez y ha dificultado el acceso y la disponibilidad del capital. Los resultados de la encuesta son los más pesimistas de los últimos 15 años ya que el incierto entorno económico perjudica la adecuada asunción, gestión y control de todos los riesgos financieros, lo cual incide negativamente en la posición estructural de todo el sector financiero, necesitado de más capital y sujeto a una creciente presión regulatoria. Para el futuro, una vez se despejen las incertidumbres macroeconómicas, el sector bancario deberá reenfocarse en sus tareas básicas que, por el lado de la gestión de riesgos, estarán centradas en un escrupuloso control y selección de la calidad crediticia de sus carteras de inversión y una minimización del coste asociado a su financiación".
Abogacía por dentro, ¿qué pasa con los clientes?
La abogada madrileña Mábel Fernández Caballero comparte con Legal Today que "en tiempos de prosperidad el cliente, por regla general, cumple de forma inmediata con la provisión de fondos que le requiere el despacho y sin poner trabas. Sin embargo en tiempos de crisis en muchas ocasiones el cliente pretende apelar a la moral y a la lástima para que el abogado inicie el procedimiento, lo lleve a cabo hasta el final sin ni siquiera cobrar provisión de fondos, y aún obteniendo un resultado favorable para el cliente, te arriesgas a no cobrar".
La experiencia de David Jesús Berrocal, desde Málaga, es parecida. Nos comenta que el cliente "negocia con más dureza la minuta del caso, y cuando finalmente llega a un acuerdo consiguiendo una rebaja de la misma no siempre cumple los plazos de pago. En algunas ocasiones trata de enmascarar su intención de no cumplir con los pagos a su abogado amparándose en la morosidad que padece de sus propios clientes, perjuicios sufridos por dicha morosidad; trasladando las consecuencias de las dilaciones en la justicia a su abogado. En la actualidad los clientes tienden a quejarse de tener que pagar a un profesional por reclamar lo que consideran les pertenece". A Berrocal le llama la atención que "aumentan los clientes ocasionales que te proponen cobrar si se gana el pleito o si consigue cobrar la cantidad que se le debe, y no quieren ni tan siquiera abonar los gastos de preparación del pleito. Entre otras situaciones, nos hemos encontrado con propuestas de fraccionar el cobro de minutas en largos plazos, sin que dichas minutas sean elevadas".
Javier Vilches, desde el despacho sevillano Avezalia, admite que "asumir riesgos de impagos conlleva desgastarse psíquica y, porque no, físicamente. Raro es el abogado que no ha subido el porcentaje de provisión de fondos. Cuando intuyes la posibilidad de no cobrar, nada mejor que una buena provisión de fondos para que el cliente salga corriendo, lo que demuestra que no tenía mucha intención de pagar. Si realmente no puede hacer frente al pago de los honorarios que se presupuestan, siempre se le da la opción de solicitar un abogado de oficio. Desde este despacho se le facilita los trámites para solicitarlo".
Un "mal cliente" (que no asiste a las citas, que descuida los documentos, al que hay que llamar continuamente) , ¿puede reventar la calidad de un despacho?
Esto se lo preguntamos hace tiempo a la consultora de despachos Iolanda Guiu. Nos respondió que "No, puesto que no se juzga la calidad del cliente sino del abogado. Tradicionalmente, los profesionales se dedican a los casos que les llegan, no buscan ellos los casos que querrían tener. Como hemos dicho muchas veces, quien está a merced del mercado acarrea con las consecuencias. Tener malos clientes es una elección. Y debemos saber decir 'no'. Ante servicios de calidad, los clientes malos se descartan solos".
"Pero hay otro tema -seguía-: a veces los clientes son malos porque el servicio dado tampoco cumple con los parámetros de la calidad".
Una de las consecuencias de la crisis y la dificultad de cobrar: salarios variables
El último estudio de Signium Internacional acerca de las remuneraciones en los despachos, concluye, en palabras Carolina Banegas, Senior Associate, que "en despachos nacionales el porcentaje de variable obtenido por los abogados, sobretodo a nivel Senior y Director, es relativamente bajo, cercano al 30% del total estimado. En despachos internacionales, los abogados han venido a cobrar, de media, el 50% del variable teórico al que aspiraban; sin embargo en Big Four se dan los porcentajes más elevados, muy cercanos al 90%".
Para compensar las subidas moderadas en comparación con la serie histórica, los despachos tratan de compensar a sus abogados con retribución flexible, que aporta beneficios fiscales a sus abogados. Además, los despachos tratan de buscan su fidelización con formulas cada vez más innovadoras, dando gran importancia al tiempo libre y a la formación. Concretamente, se está abriendo la puerta a teletrabajo puntual y a los siguientes incentivos:
- Ayuda de comida
- Ayuda de coche
- Planes de Pensiones
- Seguro de Salud
- Seguro de Vida
- Móvil
- Idiomas
- Alquiler vivienda
- Otros (cuotas de gimnasio, parking, colegio de los niños, compra de ordenadores, etc.)