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28/03/2024. 16:59:19

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Ante la duda, sonría

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Lo de “al mal tiempo, buena cara” se ha hecho un lugar ya demasiado común. Sin embargo, es un hecho el que las cosas hay que tomarlas como vienen y quizá usar la variante, también meteorológica, de “siempre que llueve, escampa”. Estamos en crisis económica y los despachos no son ajenos a ella, a pesar de que teóricamente los abogados tendrían más pleitos donde picar. Se cobra peor, los casos vienen más comprimidos y son más laboriosos. No pierda la calma. Si no, activará la acción-“contrarreacción” del cliente.

Ante la duda, sonría

Los estados de ánimo son malos consejeros. Tiñen realidades, mientras que ellas -las realidades- siguen tozudas su camino, ignorantes de lo que pensamos, o sentimos.

La crisis se ha metido en la economía de los grandes y de los pequeños, y todo indica que se va a quedar un poco más entre nosotros.

Los despachos no son ajenos a la realidad. En unos el trabajo ha bajado y en otros, el problema se está desplazando al cobro de provisiones de fondos y cobro de minutas.

El Banco de España empezó a anunciar el riesgo de morosidad en septiembre de 2008, constatando que, por primera vez los diez últimos años, la cota había superado el dos por ciento. Avisaba, además, que consolidaría su tendencia alcista.

Despachos con una facturación abultada, y con personal suficiente tienen personas específicas para cobrar. En los despachos de una sola persona, o pequeños en todo caso, esa labor la suele llevar adelante el dueño.

Desde aquí, una apreciación: al moroso, pocas presiones. Por algún tipo de razón psicológica en la que aquí no es el caso de entrar, el mal pagador -ya tenga motivos ciertos para no pagar, o mienta- reacciona de un modo desproporcionado a las insistencias. No digamos a las demandas por impago, que tienen parte de la "culpa" del tapón en los juzgados.

Céntrese en cobrar y deje que sus empleados hagan el trabajo más programado. Paciencia, haga una lista con sus queridos morosos, ármese de valor…y ante la duda, sonría.

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