El Gobierno catalán aprobó ayer el proyecto de Ley de Mediación que, una vez sea aprobado por el Parlamento autonómico, permitirá reducir el número de causas que llegan a los juzgados catalanes y descongestionarlos, al tiempo que ofrecerá a los ciudadanos una opción alternativa y más ágil para resolver los conflictos de carácter privado.
La mediación es una forma "mucho más civilizada, avanzada, dialogada y asumible de resolver los conflictos de forma dialogada y civilizada", explicó la consejera de Justicia, Montserrat Tura, quien agregó que de esta forma se evita judicializar determinados conflictos privados, lo que permite descargar de trabajo a los juzgados.
El proyecto amplía a todo el derecho civil y privado, por lo que los ciudadanos podrán recurrir a la mediación para solucionar problemas relacionados en el ámbito de las asociaciones y fundaciones, las comunidades de vecinos y de urbanizaciones, o aquellos derivados de la coexistencia de las distintas culturas que conviven en Cataluña.
Mientras que ahora la mayoría de los casos se limitan a conflictos conyugales, cuando se apruebe el nuevo texto también se podrá recurrir a la mediación cuando haya problemas de comunicación o relación entre padres e hijos o abuelos y nietos, cuando surjan conflictos entre personas adoptadas y su familia biológica o entre ésta y los padres adoptivos.
Sin embargo, Tura consideró necesario un "cambio cultural" para que la gente deje de buscar soluciones judiciales a sus conflictos y apueste por la mediación, que "da celeridad a un proceso conflictivo".
La consejera explicó que hay tres maneras de iniciar un proceso de mediación: a petición de las dos partes de común acuerdo, a petición de una de ellas con la conformidad de la otra, y, una vez ha llegado el caso a los juzgados, por orden del juez si lo aceptan las partes enfrentadas.
El acuerdo, que debe alcanzarse en un plazo de 60 días prorrogable, en casos excepcionales a 90, será enviado posteriormente a la autoridad judicial para su aprobación.
El proyecto de ley establece que los mediadores deben ser titulados universitarios y estar inscritos en su colegio profesional o en el Centro de Mediación de Derecho Privado de Cataluña, que sustituirá el actual Centro de Mediación Familiar y que se convertirá en un órgano de referencia para los mediadores y los ciudadanos que recurran a esa opción.
PIONEROS EN MEDIACIÓN.
La introducción de la mediación como vía para solucionar los conflictos familiares en Cataluña supuso un hito importante, ya que en el resto del Estado no era una práctica generalizada.
Sin embargo, cada vez son más las personas que recurren a la mediación en lugar de buscar una solución judicial y en Cataluña ya hay 1.447 mediadores homologados, especializados en psicología, educación, trabajo social, pedagogía y derecho.
El Gobierno ha decidido actualizar la ley de 2001 en base a la experiencia positiva de los últimos seis años –en 2007, se llegó a un acuerdo en siete de cada diez mediaciones–, y a la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Civil, así como a las recomendaciones del Consejo de Europa y la tendencia de los demás países europeos a fomentar la mediación.
La consejera explicó que con la aprobación del proyecto, Cataluña puede convertirse en la "primera administración europea en cumplir la legislación europea en cuestión de mediación".