En una de las emisiones del programa ¿Quién sabe dónde? la familia de uno de los desaparecidos que eran buscados realizó serias acusaciones sobre algunas de las amistades del desaparecido.

Al realizar los videos con los que era acompañado el reportaje la voz en off y los testimonios recogidos en los que se afirmaba que estas amistades "robaban el ganado y lo metían en fincas".
En opinión del Tribunal Supremo "El tono y la forma de presentación del programa reflejaban las sospechas sobre el demandante de las que se hacía eco el reportaje, trasladando esas sospechas al espectador".
El tribunal considera que el reportaje no fue neutral y condena a la cadena a indemnizar a los afectados.