Respecto al año pasado, las demandas de arbitraje conjuntas, pactadas después de surgido el conflicto, han crecido un 25% en los primeros meses de 2009.
La Asociación Europea de Arbitraje ha observado cómo el número de empresas que optan por este medio de resolución de conflictos después de surgida la controversia ha crecido significativamente en los primeros meses de 2009. Esta circunstancia se debe, principalmente, a la minimización de las consecuencias que puede tener para una entidad su implicación en un litigio, sobre todo, en coyunturas económicas como la actual.
Según un estudio llevado a cabo por Aeade, las principales razones a las que aluden las empresas para someterse a arbitraje son:
- el tiempo, es decir, la oportunidad de obtener un laudo en alrededor de cuatro meses (en asuntos de cuantías menores a 150.000 €) lo que reduce el riesgo de que se inste durante la tramitación del procedimiento arbitral el concurso de una de las partes,
- la confidencialidad en el tratamiento de la información,
- la especialización del árbitro en el asunto objeto del arbitraje, y
- la imparcialidad y la eficacia de la institución arbitral.
Entre los datos recogidos, destacan los pertenecientes a las empresas del sector de la construcción, el más afectado por la crisis y al que más le inquietan las demoras procesales.
Los acuerdos de acudir a arbitraje posconflicto entre constructoras, promotoras, y Uniones Temporales de Empresas se deben a la necesidad de obtener una solución rápida y evitar los riesgos de insolvencias y concursos de las empresas del sector. Especialmente, en este caso concreto, una de las partes ve en el arbitraje una oportunidad para reducir la posibilidad de concurso de la otra, y ésta lo acepta porque es el camino para renegociar la deuda.
En datos generales, el interés de las empresas por el arbitraje ha aumentado muy significativamente ya desde el pasado año. Desde enero, se han multiplicado por cinco las peticiones semanales de información, vía Internet y vía telefónica, para la inclusión de la cláusula arbitral en los contratos.
Para elegir la institución arbitral, las empresas valoran cada vez más la disponibilidad de la Corte Arbitral y los abogados, el cumplimiento de los plazos para dictar el laudo. Ambas partes aprecian sustancialmente una lista de árbitros de prestigio.
