Aunque todos daban por hecho que el pleno del CGPJ de hoy sería una mera confirmación de lo insinuado el sábado, el mundo judicial ha esperado hasta hoy para saber a ciencia cierta que dimitía Carlos Dívar, Presidente del CGPJ y del Tribunal Supremo.
Tras el pleno que se celebró la semana pasada, en el que un desgastado Dívar prefería no dimitir por los fastos de los 200 años de Tribunal Supremo que se celebrarían ese lunes, Carlos Dívar decía que "Participo del criterio de todos los que han hablado y comparto que la situación es insostenible. Está bastante claro lo que quiero decir, y la próxima semana anunciaré una postura rotunda y contundente".
A la vista de esta manifestación, se acordó trasladar al Pleno ya convocado para hoy día 21, los puntos que estaban en el orden del día; que se centraban en el debate de la situación y petición de cese.
Hubo un voto particular concurrente de los Vocales D. Félix Azón, Inmaculada Montalbán, Margarita Robles, Carles Cruz y Margarita Uría, quienes consideran que se debería haber materializado la dimisión del Presidente el mismo sábado: "La naturaleza de los hechos ha acarreado la percepción pública de abuso y arbitrariedad en la utilización de recursos públicos y ha menoscabado la imagen pública de la Justicia ante la ciudadanía, ocasionando un extraordinario perjuicio a los hombres y mujeres que sirven a la Carrera judicial, frecuentemente en condiciones muy difíciles, con dedicación y honradez: Ello ha menoscabado la necesaria confianza de la sociedad en el sistema de justicia como fuente esencial de su legitimidad".
"El Sr. Dívar -sigue el documento- además de presidente de un órgano político como el CGPJ lo es también del Tribunal Supremo, vértice jurisdiccional. Esta doble condición le obligaba, y le sigue obligando, de manera especialmente intensa a comportarse conforme a los valores de lealtad, integridad, dignidad y honor".
Un hombre de honor y de consenso
Carlos Dívar fue nombrado Presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial tras una situación de bloqueo técnico del Pacto por la Justicia. ¿Quiere recordar qué pasaba?
Extrañó mucho que fuese una persona propuesta por el PSOE, dado el conocidísimo perfil católico militante de Dívar. De hecho, contaba con el apoyo también de Mariano Fernández Bermejo, conocido por su poco reparo a mostrar beligerancia contra lo que no le parecía adecuado. De él son las palabras "es una opción intachable que introduce un factor de neutralidad que va a venir muy bien en el Consejo".
De hecho, su presidencia podría haber sido todo un acierto si no hubiese cometido la cadena de errores en la que ha caído. Dívar podía presumir cuando fue nombrado, en 2008, de una prolongada trayectoria en una sede de brillo como es la Audiencia Nacional, donde estuvo a lo largo de 28 años, los últimos siete de ellos como presidente. A pesar de ello, no faltaron reproches a que era fundamentalmente un juez de instrucción, ajeno a dinámicas y pertenencias a un tribunal colegiado.
