La gente piensa que un Abogado de Oficio es un Abogado de poca monta. Pues no.
Está constatado, rompiendo falsos tópicos, que el Abogado de Oficio ni es joven ni es inexperto: tiene una media de edad de 41,5 años, trece de experiencia y una formación mínima de tres años, mayor que la que se exige a cualquier Abogado para llevar sus asuntos. Y lo que es más importante, ocho de cada diez usuarios de la justicia gratuita valoran de forma muy positiva el servicio que estos Abogados prestan y el tiempo que dedican al estudio de cada uno de los casos. La labor de asistencia que presta la Abogacía en los centros penitenciarios también es notable.
El Turno de Oficio tiene sus mitos: personas sin mucha formación, picapleitos que no tienen otra cosa mejor que hacer y un servicio de no mucha calidad. Pues no es así.
Conforme a las cifras que brinda el Consejo General de la Abogacía Española, el profesional que atiende el Turno de Oficio tiene, en un 63 por ciento de los casos, entre 35 y 54 años.
Por sexos, un 56 por ciento son hombres y un 44 por ciento mujeres -a la inversa que en las cifras generales-. Además, la edad media del Abogado varón que atiende el Turno es de 44 años. La de mujer es de 38.
El 51 por ciento de los Abogados tienen una experiencia de entre diez y veinte años -la media está en trece años de ejercicio-.
¿No tienen otra cosa mejor que hacer? Sí la tienen: para el 34 por ciento de los Abogados que atienden el Turno, estos casos suponen el diez por ciento de su trabajo. Para el 66 por ciento supone una cuarta parte.
¿Y el asistido, qué piensa? La valoración media es de un seis (de cero a diez).
¿Y el asistente, qué piensa? Que el servicio está sufriendo un deterioro que pronto se convertirá en desastre por la gestión que se hace de él. Se trata, en pocas palabras y para sintetizar, de los vacíos que crea el que sea algo "a tres": Estado, Comunidades Autónomas y Colegios de Abogados. El primero trasfiere el dinero a las Comunidades Autónomas, las segundas atesoran el dinero que ha de destinarse para el pago a estos Abogados en caso de que se conceda la Asistencia Jurídica Gratuita; y los terceros se ocupan del menudeo de la gestión.
Antonio Hernández-Gil, Decano del Colegio de Madrid, ha dicho estos días al respecto que "no se puede admitir que por razones presupuestarias se hagan regates en la legislación para ver cómo se puede disminuir este servicio", aseverando que "se pone en peligro este servicio. No hay un sistema que aguante a este deterioro progresivo. Merece la pena atender una parte tan sustancial del funcionamiento de la Justicia".
