
En el año 2007 en una comisaría de los Mossos d´Esquadra se produjeron una serie de irregularidades en el trato a los detenidos. Los agentes implicados en el proceso solicitaron la nulidad de varias pruebas obtenidas a mediante cámaras ocultas instaladas en la comisaría.
Las defensas alegaron que las imágenes grabadas vulneraban el Derecho a la intimidad de los detenidos.
En el presente auto la Audiencia Provincial considera que en el supuesto de que se hubiera vulnerado la intimidad de la víctima, la prueba obtenida para su protección no resultaría nula. Y añade también que parte de las imágenes donde se ve a los agentes golpeando al detenido en una sala de registro, la declaración del detenido y víctima y su informe médico de lesiones hace que existan "indicios racionales más que suficientes sobre la realidad del hecho que dio lugar a la causa y de la participación en los mismos de los imputados".