El Reglamento europeo de Protección de Datos entra en vigor en mayo de 2018. A partir de esa fecha, las empresas tendrán la obligación de contratar un delegado de protección de datos (DPO). Aunque el Reglamento no precisa la cualificación profesional del DPO, exige que sea experto en la legislación, las prácticas de protección de datos y que, además, esté adaptado a las actividades de la empresa. Además, aunque la formación jurídica será necesaria, el cargo no se limitará a juristas.

Recientemente la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ha presentado junto a ENAC su Esquema de certificación de Delegados de Protección de Datos, cuyo objetivo es ofrecer seguridad y fiabilidad tanto a los profesionales como a las empresas que incorporen la nueva figura del DPO en sus entidades.