La Comisión Europea ha propuesto medidas que se dirigen al refuerzo de la supervisión financiera de cara a evitar que se repitan crisis como la que estamos viviendo. Fundándose en el documento presentado la semana pasada por un grupo de alto nivel encabezado por el ex gobernador del Banco de Francia Jacques de Larosière, del cual nos hicimos eco en Legal Today, la Comisión ha pedido que se cree un sistema de control que pueda llevar a cabo actividades supervisoras similares a las internas de los países.
Este paso llevado a cabo por el Ejecutivo comunitario refrenda las conclusiones del Grupo de Larosière de crear un "organismo de alerta temprana" en el Banco Central Europeo, que pueda individualizar las manifestaciones en la economía que puedan denotar fallos, y proponer y llevar a cabo medidas para paliar los riesgos del sistema.
Muchas de las recomendaciones del Grupo se basan en propuestas de diferentes instancias, incluyendo el Parlamento Europeo. La Comisión, por su parte, ya ha tomado iniciativas concretas en áreas tales como las agencias de calificación crediticia, seguros, revisión de los requisitos de los capitales -en virtud de Basilea II-; y acciones.
La Comisión aguarda, de todos modos, que los líderes de la UE aprueben esto en la cumbre que celebrarán este mismo mes, lo cual podría ser el paso definitivo para ordenar la creación de esta autoridad por vía de Reglamento.
La recomendación del Grupo sobre la necesidad de desarrollar un conjunto armonizado de normas que deben ser aplicadas en toda la UE es de sumo interés, ya que diferencias fundamentales en la legislación nacional derivados de excepciones, exenciones, adiciones hechas a nivel nacional o ambigüedades en las directrices generales deben ser identificadas y eliminadas.
En el ámbito de la supervisión, los modelos nacionales se están quedando atrás en el mercado, dado que más y más bancos y compañías de seguros operan ya a través de las fronteras. Lo que se propone, en principio, es el establecimiento de colegios de supervisores para facilitar la superposición de controles de las transacciones bancarias y las compañías de seguros.