En 2002 fue la primera mujer en ser nombrada magistrada del alto tribunal
La exmagistrada del Tribunal Supremo Milagros Calvo Ibarlucea hizo ayer entrega de su toga a la Sala de Gobierno del alto tribunal, para que sea exhibida en el museo que alberga el Palacio de las Salesas.
Calvo, que se jubiló en agosto de 2019, empezó a estudiar Derecho en 1965, en una época en la que las mujeres tenían prohibido el acceso a la Carrera Judicial. No fue hasta el año siguiente cuando, con la entrada en vigor de la Ley 96/1966, de 28 de diciembre, las mujeres pudieron acceder a las oposiciones de ingreso a la Carrera Judicial. Hasta entonces, y solo desde 1961, tenían vetado el acceso, “salvo en las jurisdicciones tutelar de menores y laboral” (artículo 3.2.c de la Ley 56/1961, de 22 de julio, de derechos políticos profesionales y de trabajo de la mujer).
Tras finalizar sus estudios universitarios ejerció como secretaria en los juzgados comarcales de Villena y Yecla, en Murcia. En 1978 superó las oposiciones a las Carreras Judicial y Fiscal y tuvo su primer destino en la Fiscalía de la Audiencia de Bizkaia. Dos años después se incorporó a la Magistratura de Trabajo, para pasar después a la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
El 18 de febrero de 2002, Milagros Calvo fue nombrada por el Consejo General del Poder Judicial magistrada de la Sala Cuarta del Tribunal Supremo. Fue la primera mujer en ingresar en el alto tribunal, que para entonces contaba ya con 190 años de historia.
Desde ayer, su toga se exhibe en el Museo del Tribunal Supremo, que también alberga la que utilizó el primer presidente del alto tribunal -y del Consejo General del Poder Judicial- en democracia, Federico Carlos Sainz de Robles.