El PP ha abogado por cubrir de manera urgente la vacante que el magistrado Roberto García-Calvo, fallecido ayer, ha dejado en el Tribunal Constitucional, mientras que el PSOE apuesta por una renovación «en bloque» que permita designar también a los cuatro miembros de este órgano que debe nombrar el Senado.

El diputado del PP Federico Trillo ha considerado que cubrir
la vacante producida por la muerte de García-Calvo es un "asunto
urgente" que requiere actuar "de inmediato" para "evitar
una situación que aumente la precariedad" del Alto Tribunal.
En este sentido, Trillo ha pedido al PSOE que tramite en la Cámara la solicitud
de sustitución de García-Calvo que formulará su partido, toda vez que el
magistrado ocupaba plaza en el Constitucional a propuesta de los
"populares".
"De acuerdo con los precedentes, el PP hará la propuesta, ya que nosotros
propusimos a García-Calvo, y animo al PSOE a que tramite en el Congreso la
propuesta que le formulemos", ha resumido el ex ministro de Defensa, para
quien este procedimiento es el "razonable".
El PSOE, sin embargo, se inclina por aprovechar la ocasión para, antes del fin
del periodo de sesiones en junio, hacer una renovación "en bloque" en
el Constitucional, cuatro de cuyos magistrados -los que deben ser designados
por el Senado- se encuentran en funciones desde el pasado mes de diciembre.
Así, el portavoz parlamentario del PSOE, José Antonio Alonso, ha recordado que
"llevamos un año y medio de retraso con respecto a la renovación del
Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y unos cuantos meses en la renovación
de cuatro magistrados del TC".
Alonso ha añadido que es "obligación" de los partidos renovar ambos
órganos constitucionales y "no crear vacíos de poder, ni
inconsistencias" y ha indicado que la voluntad de su grupo en este sentido
es "inequívoca y clara".
En el mismo sentido se ha pronunciado el ministro de Justicia, Mariano
Fernández Bermejo, que preguntado sobre si el fallecimiento del magistrado
puede "acelerar" el acuerdo entre los partidos para la renovación del
TC ha respondido que ésta se producirá "cuando toca, que es ya hace mucho
tiempo", por lo que ha añadido que "debe producirse cuanto
antes".
De la misma opinión es el portavoz de ICV en el Congreso, Joan Herrera, que ha
asegurado que el fallecimiento de García-Calvo "pone más de manifiesto la
necesidad de renovar a todos los miembros del TC" y que ha abogado por una
renovación "a fondo" para que el Alto Tribunal recupere su
"autoridad".
El PP, partido que debe proponer al sustituto del magistrado fallecido y al que
el resto de los grupos acusan de bloquear la renovación del TC y del CGPJ, no
se ha pronunciado sobre este asunto, aunque su responsable en Cataluña, Daniel
Sirera, se ha mostrado "convencido" de que la falta del magistrado
"no afectará" a la sentencia del Constitucional sobre el Estatut.
También el secretario general de UDC, Josep María Pelegrí, ha dicho que el
fallecimiento del magistrado no debería "influir" en la resolución
sobre este asunto.
Sin embargo, es un hecho que la desaparición de García-Calvo altera la relación
de fuerzas en el seno del tribunal y, en el caso del recurso del PP contra el
Estatut, devuelve a los progresistas la mayoría perdida tras la admisión de la
recusación del magistrado Pablo Pérez Tremps.
Esa recusación hacía que la resolución del principal recurso contra el texto
estatutario catalán quedara en manos de seis magistrados conservadores y cinco
progresistas, pero la muerte de García-Calvo rehace el empate -esta vez a
cinco- y convierte de nuevo en decisivo el voto de calidad de la presidenta del
Constitucional, María Emilia Casas.
En el resto de asuntos que todavía tiene que ver el Constitucional en los próximos meses, como los recursos a la ley que autoriza los matrimonios entre homosexuales, también los progresistas parten en una situación de ventaja, ya que cuentan con seis de los once miembros a los que ha quedado reducido el pleno.