Quién sabe si es por que Leopoldo Abadía haya recorrido España explicando la crisis ninja, poco a poco todos hemos entendido qué son los “hedge funds”, y nos hemos puesto a denunciarlos. Lo resultante es que varios bancos españoles han puesto en el mercado este tipo de productos, además, vinculándolos a hipotecas; teniendo informes que auguraban que bajaría en picado el rendimiento. Ahora toca al Banco de España valorar su adecuación a Derecho.
El sistema bancario español -cajas incluidas-, aún teniendo buena pinta, estamos viendo que en ocasiones se trata sólo de apariencia. Si hace poco expusimos que la Comisión Nacional del Mercado de Valores y el Banco de España no se percataron de que una banca privada suiza estaba ofreciendo productos sin autorización en Madrid, hoy nos hacemos eco de una proceso que está abierto ante el Banco de España por vender productos tóxicos a clientes, aparentemente con desinformación al público del cariz de los mismos.
Aunque gran parte de estos productos han sido comercializados por Bankinter, no es la única entidad bancaria implicada. También lo están el SCH, La Caixa, Caja Madrid, BBVA, Caixa Galicia, Caixa Sabadell, Banco Popular, Caja Rural de Navarra, Caja Canarias, Caja Navarra, Banco Guipuzcoano, Banesto, y el Banco Cooperativo Español; según afirma la Asociación de Usuarios Bancos, Cajas y Seguros.
Dicha Asociación ha comenzado los pasos necesarios para demandar judicialmente de forma colectiva a las entidades implicadas, dados los problemas que las entidades están trasladando a los afectados, y que van desde la aplicación de una desproporcionada y abusiva penalización por la cancelación del producto hasta la aplicación del saldo de las cuentas de cada afectado al pago del derivado, swap y similares antes que al pago de la cuota de la hipoteca.
Estos productos, que en realidad son productos de inversión, se comercializaban vinculados a hipotecas, siendo la terminología más usada por los comerciales: "seguro" y "sin coste", para que los consumidores no notaran las posibles subidas de tipos de interés.
Sin embargo, por las fechas de comercialización estas entidades, los bancos ya manejaban informes en los que se esperaba una rebaja brusca de los tipos, ya que nos encontrábamos en máximos históricos. Pero en realidad no son nada parecido a un simple "seguro", sino un producto complejo incomprensible para los ciudadanos, y con enrevesadas condiciones de cancelación.
