Todos los presidentes autonómicos socialistas han recibido en las últimas horas una llamada del Palacio de la Moncloa para que estén disponibles la noche del próximo miércoles. Zapatero será el anfitrión de una cena junto al vicepresidente económico, Pedro Solbes, y con un único punto para el debate: la financiación autonómica.
Previamente, el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, ha celebrado conversaciones y reuniones bilaterales con los consejeros de Economía y Hacienda de las comunidades autónomas. En paralelo, desde el PSOE, José Blanco, secretario de Organización, Inmaculada Rodríguez-Piñero, titular de Economía y Carmen Hermosín, secretaria de Política Autonómica, ayudan al Gobierno a través de contactos con las comunidades autónomas gobernadas por los socialistas.
La estructura del nuevo sistema de financiación estará lista, seguramente, antes del verano. La población, su edad, los mayores, los menores de cuatro años y la dispersión del territorio son factores que se tendrán en cuenta. También se cederán más impuestos a las autonomías para que asuman su responsabilidad no sólo en el manejo del dinero sino también en pedirlo, aunque Zapatero ha dejado claro que el Gobierno central se tiene que reservar una financiación adecuada, por encima del 50% del gasto, para asegurar recursos.
Cada presidente irá preparado a esta reunión para defender los criterios de financiación que necesita su comunidad. Para Marcelino Iglesias, presidente aragonés, las novedades de peso que hay que tener en cuenta en la discusión del futuro modelo de financiación autonómica son dos: el contenido de los nuevos Estatutos y las necesidades de la inmigración en cada comunidad.