A la hora de estudiar un caso que llega al despacho, muchas son las variables a considerar. Dificultad, rareza del mismo, cliente conocido o no; y posibilidad de ganar el pleito. Aparte de ello, se trata también de litigar, o pactar. De ir a los tribunales, o a arbitraje. O rechazar el caso. Las respuestas a varias de estas cuestiones la tiene la jurisprudencia. ¿Cómo consultamos la jurisprudencia?, ¿tenemos bases de datos on line o en CD?, ¿son éstas suficientemente sensibles?
Son muchas las preguntas que nos hacemos desde que un cliente, nuevo o conocido, traspasa la puerta de nuestro despacho. Desde las más profesionales -complejidad del caso- hasta las más prácticas -si será buen o mal pagador-.
En el intermedio, son muchas más las que nos planteamos, y acerca de las cuales ya hemos hablado en otras ocasiones, que es, sobre todo, el ir a juicio o no; ya que atravesar el umbral de un juzgado puede adentrarnos en un mundo de notificaciones y retrasos que no nos podamos permitir. Además, y, en caso de que se pierda, cobrar pacíficamente al cliente nuestros honorarios se puede hacer más cuesta arriba.
Para ello, son de indudable utilidad las bases de datos jurisprudenciales. Según se desprende del informe elaborado por everis y Pross, el sector de la abogacía en España aun está muy lejos del mundo anglosajón en cuanto al uso de las nuevas tecnologías, si bien en los últimos años se observa un claro crecimiento en la implantación de las TIC. Las tecnologías más utilizadas por los profesionales del sector, además del teléfono móvil, son el correo electrónico (el 95% afirma emplearlo), las Bases de datos de Jurisprudencia y Legislación (79%) y la firma electrónica (55%).
Las Bases de datos de Jurisprudencia representan una auténtica joya para el abogado pequeño, el mediano y el del gran despacho, pero, ¿son suficientemente sensibles sus instrumentos de búsqueda?, ¿alguna Base de datos Jurisprudencial le ofrece algo diferenciado, que no le ofrezcan las demás?.
Preguntando a los abogados, ellos desearían bases de datos más dinámicas que las existentes hasta ahora, que permitiese al usuario ponerse en varios roles. De ese modo, la argumentación de la demanda sería más sólida, y desde luego más audaz. ¿Cómo cambiaría su dinámica de trabajo?.
