Es evidente que la digitalización está arrollando al sector de la abogacía, como a tantos otros. Obviar su importancia presente y la que va a tener en el futuro sólo puede conducirnos a los abogados a la irrelevancia. El término legaltech ha llegado para quedarse y ser totalmente imprescindible no ya en el futuro de nuestra profesión sino en el más constatable presente.
Casi ningún abogado prescinde de las herramientas digitales más habituales, como bases de datos o sistemas digitalizados de organización del trabajo del despacho o el uso masivo del correo electrónico. Pero quien se estanque en estos servicios será pronto sobrepasado por la ola digital que se acerca como un sutnami que nos ahogará irremisiblemente de no avanzar con los tiempos y la tecnología.
A día de hoy ya es habitual encontrar diferentes modos de digitalización que van desde el uso de las redes sociales a la oferta de servicios a través de internet, desde el Big Data al Cloud Computing e, incluso el blockChain. Y seguramente la tecnología que pronto estará omnipresente en el sector será la Inteligencia Artificial que facilitará desde el Machine Learning para la redacción de documentos mediante el aprendizaje automático, el análisis de documentos, la búsqueda de Jurisprudencia y, en breve, la instalación de chatbots que facilitará la comunicación telemática con los clientes filtrando las primeras consultas.
Todo esto configura un cuadro de la profesión muy diferente al que algunos nos encontramos cuando iniciamos nuestra carrera profesional. Quien no se adapte será enviado a la papelera de la historia sin remisión. El mercado no conoce la compasión para quien se quede atrás. Otros, más avisados, captarán nuevos clientes a través de los nuevos medios que ofrece la digitalización mientras el modelo tradicional de captación de clientes será tan obsoleto como el coche de caballos.
Es evidente que todos y cada uno de nosotros debemos disponer de una buena página web que ofrezca nuestros servicios, pero también es cierto que hacerla destacar y ubicarla en un sitio visible en google es muy difícil y caro, ya que ello exige un trabajo continuo de SEO que sólo puede ofrecer resultados a largo plazo y la publicidad en internet es cara en nuestro sector dada la elevadísima competencia.
Sin embargo, si observamos mercados de servicios legales mucho más avanzados que el nuestro, como el norteamericano, podemos comprobar que existen infinidad de plataformas para ofrecer servicios legales que utilizan fórmulas muy diferentes pero igualmente eficaces para ayudar a los profesionales a captar clientes que, de otro modo, jamás llegarían a nuestros despachos. Son los llamados markeplaces online de servicios legales. Es lo que alguien ha llamado con acierto un proceso de uberización de la abogacía.
Estas plataformas ponen en contacto a clientes que exponen su problemática con abogados y profesionales jurídicos. Son intermediarios que facilitan un contacto que, de otro modo, jamás se produciría. Debemos tener en cuenta que hoy es factible llevar asuntos de clientes sin tener un contacto directo en el despacho, pues dicho contacto puede ser por mensajería, teléfono o videchat, del mismo modo que la contratación y los pagos a distancia tampoco ofrecen problema.
No vamos a mencionar las plataformas que existen en el mercado español puesto que son conocidas de todos nosotros. Sin embargo, sí parece conveniente indicar que suelen ser una buena opción para ampliar una nueva vía de negocio sin grandes costes y es muy útil para despachos con gran especialización y para abogados multidisciplinares individuales así como para abogados jóvenes que comienzan en la profesión.
Lo más importante a tener en cuenta para elegir la plataforma más adecuada para nosotros estriba en discriminar las plataformas que están al servicio de grandes corporaciones de abogados, en las cuales será difícil competir por conseguir las consultas más adecuadas a nuestras capacidades, así como estar muy vigilante con los criterios de adjudicación de casos que utilizan dichas plataformas porque a veces nos parece que el filtrado de casos y la adjudicación de los mismos no obedece a criterios claros y de leal competencia.
A nuestro juicio, el mercado irá ajustando las plataformas para ofrecer los servicios que mejor se adapten a las necesidades de los profesionales, sus verdaderos clientes. Pero lo que es indiscutible es que el proceso es imparable y hemos de tenerlo en cuenta y buscar nuestra más adecuada ubicación en ellas para no despreciar una vía de negocio económicamente muy accesible y que puede ser muy útil.
