La tecnología blockchain se ha convertido ya en una realidad. Las diversas utilidades que proporciona han supuesto que cada vez esté más presente en el marco empresarial. En este contexto de modernización, son multitud de sectores los que han aprovechado esta oportunidad y, en ocasiones, para efectuar un ejercicio de transparencia.
Como contraposición a esta realidad, podemos encontrar, hasta el momento, el mundo del deporte. Poniendo el foco de forma específica en el fútbol, encontramos clubes cada vez más jerárquicos, que han ido modificando sus estructuras alejando la toma de decisiones de su masa social. Como era de esperar, esta tendencia ha contribuido al sentimiento de “desafección” que crece entre los socios.
Conscientes de esta situación, y ante la imperiosa necesidad de volver a conectar con los aficionados, como único y verdadero motor económico del deporte profesional, tanto clubes como federaciones han tenido a bien emplear las nuevas tecnologías como impulsoras del cambio. Es en este escenario en el que surge el chiliz (CHZ).
Chiliz es una plataforma tokenizada que pretende acercar al aficionado la toma de decisiones de los clubes. Es decir, se trata de una moneda digital, basada en la tecnología del blockchain y los criptoactivos, cuya posesión otorga determinadas potestades a quién la ostenta. El presente artículo aspira a clarificar tanto los elementos técnicos como prácticos de esta criptomoneda, así como realizar un repaso a las decisiones orientadas en este sentido tomadas por figuras importantes en el mundo del deporte.
Como se ha señalado, los fans pueden adquirir esta criptomoneda a través de las plataformas habituales de compraventa de cryptocurrencies, para posteriormente convertir este activo en fan tokens. De este modo, empleando las utilidades de páginas como Socios.com, pueden adquirir tokens de su equipo favorito. Este activo digital se encuentra limitado cuantitativamente, y otorga al dueño la posibilidad de participar en votaciones impulsadas por los clubes. Es necesario señalar aquí que, si bien cuantos más tokens dispongas más peso tendrás en la votación, se están desarrollando ya mecanismos antimonopolio con el fin de evitar la acumulación de estos tokens y, por consiguiente, la acumulación de poder en una sola persona. Como vemos, el objetivo primordial es democratizar las decisiones lo máximo posible.
Podemos definir, pues, el chiliz como un utility token, es decir, un activo creado como una suerte de cupón que podrá canjearse en el futuro, en este caso, en forma de votos. En nuestro caso, se configuran los chiliz tokens como activos fungibles, es decir, se consumirán con su uso, permitiendo así un flujo continuo de consumo y nuevas compras.
Por último, mencionar que chiliz emplea un mecanismo de consenso basado en la Prueba de Autoridad (Proof of Authority). En oposición a este, encontraríamos la prueba de trabajo. Mientras esta segunda se basa en la resolución de determinados problemas matemáticos para validar bloques, la prueba de autoridad emplea un conjunto de nodos a los que se les permite de forma explícita la creación de nuevos nodos. Por tanto, la creación de nuevos activos se encuentra permanentemente controlada. Todo ello resulta en una mayor seguridad de las transacciones, además de contribuir al problema de la escalabilidad, es decir, la rapidez en que se tramitan las transacciones.
Como es evidente, es necesario que tanto clubes como plataformas Exchange se preocupen de estas cuestiones. La tecnología de las criptomonedas surge al margen de los mercados regulados, con el objeto de alejarse de las injerencias estatales. Esto conlleva cierta independencia deseable para sus propulsores que, sin embargo, no lo son para negocios que prefieren no dejar nada al arbitrio del mercado y sus agentes. De esta manera, se están desarrollando mecanismos como los explicados para combinar los beneficios y combatir los inconvenientes.
Todo ello pretende establecer un sistema de gamificación, que no solo permita influir en las decisiones, sino generar otras funcionalidades y eventos basados en tokens no fungibles que terminen de crear este espacio en el que los usuarios se sientan parte de su equipo.
Hasta el momento todo lo relacionado con estas iniciativas parece que solo va a mejorar las experiencias de los fans, pero, ¿qué riesgos conlleva? En primer lugar, cabe la posibilidad de que se conviertan en un instrumento más de especulación. Aunque daría para otro artículo completo, señalaré tan solo que son muchos los usuarios de las plataformas de compraventa de criptoactivos los que se han visto decepcionados por la rentabilidad de estos, muy alejado de sus expectativas. Los clubes han reiterado que no se trata de un elemento de inversión. No obstante, no resulta sencillo controlar este tipo de situaciones.
Del mismo modo, encontramos reticencias legales provenientes de los organismos de control de los mercados de valores. En España, encontramos la Comisión Nacional del Mercado de Valores, que ha lanzado ya diversas recomendaciones para controlar la publicidad y venta de estos instrumentos financieros. Se antoja necesario realizar esta clase de advertencias ante el desconocimiento de los inversores, y cabe aquí exponer una pequeña reprimenda a los clubes que han obviado este paso. En este sentido, la Real Federación Española de Futbol se ha posicionado como la primera selección en incorporarse al fenómeno blockchain, no sin antes realizar las pertinentes consultas a la CNMV y demás expertos legales para atar todas las posibilidades. Ante la falta de regulación existente, esta parece ser, por el momento, la mejor solución para paliar los riesgos inherentes a cualquier nueva aplicación de una tecnología de estas características. Y es que, desde su creación, el Chiliz ha aumentado su valor de forma exponencial, pero, como es lógico, esta situación no es infinita. En opinión del autor de este artículo, los actores deben realizar especial hincapié en la finalidad de este token, que no es otra que la participación en los asuntos de los clubes, sin tener ánimo especulativo o como activo de inversión.
Apartándonos ahora del mundo del fútbol, comentar de forma breve otras aplicaciones blockchain en que se han comenzado a emplear en diferentes ámbitos deportivos. Se podría decir que la revolución tecnológica a la que aquí hago referencia comenzó en la NBA, la máxima competición de baloncesto del planeta, y una de las más competitivas a todos los niveles. Aprovechando así la extensa red de fans que tiene, la NBA se posicionó para monetizar el tirón de los coleccionistas digitales. A través de los NFTs (Not Fungible Tokens, o Tokens No Fungibles en español), se estima que ha generado más de 230 millones de dólares vendiendo momentos de partidos, jugadas, o incluso clips de celebraciones en este formato. El llamado arte programable ha constituido una oportunidad para la NBA que miles de fans no han dejado escapar. El boom de los NFTs ha llegado a diferentes sectores que, pese a la escasa utilidad de los mismos, han sido capaces de explotar el interés de los seguidores.
Para finalizar con este repaso, es imprescindible tratar otras aplicaciones de la tecnología blockchain que nada tienen que ver con lo visto hasta ahora, esto es, con el fan engagement o el acercamiento a los fans. A este respecto, la tecnología blockchain permite crear redes seguras para proteger archivos que son o deberían ser confidenciales. Así, en los últimos años hemos vivido como llegaban al público filtraciones relativas a dopaje, sueldos y demás información sensible que se está tratando ya de proteger mediante un sistema más estructurado que proporciona el blockchain.
Del mismo modo, se ha hablado ya del uso de esta tecnología para la gestión de un registro que permita conocer la identidad de las personas que entran en los estadios. En España hemos vivido episodios realmente tristes que han implicado la necesidad de vetar a algunos aficionados de la entrada a los estadios. En este mismo sentido, estos registros podrán prevenir la reventa de entradas, registrando de forma unívoca al comprador de la entrada y asistente al evento.
Con esto hemos realizado un análisis más o menos exhaustivo sobre las aplicaciones del blockchain en el mundo del deporte. Pese a las múltiples utilidades que se están descubriendo, es innegable que surgirán otras nuevas en los próximos años. Con ello, surgirán nuevos interrogantes legales que sin duda darán trabajo tanto a abogados como a legisladores. Como abogados, es innegable que formarse en estas nuevas tecnologías supondrá un reto y una oportunidad, que puede alejarse del trabajo tradicional pero no por ello menos interesante. Es evidente que la revolución tecnológica es imparable.
