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26/04/2024. 15:18:10

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SEO negativo: ¿Qué es? ¡Puede ser delito!

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SEO

El SEO negativo como técnica informática para dañar a la competencia.

Antes de explicar lo que es el SEO negativo, empezaremos explicando qué es, simplemente, el SEO. Se trata de posicionamiento en buscadores u optimización de los motores de búsqueda, Search Engine Optimization. Google utiliza algoritmos para buscar, clasificar y ordenar los resultados más relevantes en función de la búsqueda que se realice.

Obviamente, a las páginas web de las empresas les conviene aparecer en las primeras posiciones en los resultados de Google, pues ello supondrá un mayor tráfico a su web. Para ello incluso existen personas especializadas únicamente en SEO, cuyo cometido es realizar las tareas necesarias para que el motor de búsqueda considere relevante el sitio web y lo sitúe en posiciones mejores de forma orgánica o natural, es decir, sin necesidad de campañas de anuncios de pago. Se trata, en definitiva, de hacer que tu página web, escaparate online de tu compañía, se sitúe en una de las calles más concurridas en lugar de en un callejón escondido.

De este modo, el algoritmo de Google –que ha ido variando a lo largo del tiempo–  toma en consideración ciertos elementos de tu página web para calificarla como relevante, como, por ejemplo, la calidad del contenido, la optimización de las key-words, el tiempo que tarda tu página en cargar, el rebote de la misma –es decir, el porcentaje de abandono de visitantes cuando entran en la web– o el número y calidad de los links que se incluyen de tu página a otras y viceversa.

Así, se pueden distinguir dos clases de SEO: el SEO on-site y el SEO off-site. El primero se ocupa del contenido de la web, es decir, que Google entienda lo que hay dentro de la página. De este modo, tiene en cuenta la optimización de key-words, el título de la página, el tiempo de carga, las etiquetas o el formato de las URLs. En el caso del SEO off-site se ocupa de factores externos a la página web, como son el número y calidad de los enlaces, la autoridad de la marca o la presencia en los medios.

Hasta aquí una explicación sucinta de lo que es el SEO, determinante para entender el SEO negativo. Pues bien, en el SEO negativo se utilizan las técnicas de posicionamiento SEO en contra de alguien –lo que ocurre, normalmente, con la competencia–. Se llevan a cabo, de modo intencionado, las técnicas de posicionamiento orgánico de forma incorrecta para que el algoritmo de Google, al detectarlas, baje la posición de la página web en los resultados de búsqueda. Esto, además, forma parte de lo que se conoce como Black Hat SEO, que son técnicas que se utilizan para engañar a los motores de búsqueda.

Entre las técnicas que utilizan los gurús del SEO en aras a perjudicar el posicionamiento de otras webs destacan: los enlaces basura hacia la página web de la competencia, de modo que el tráfico sea de poca calidad, con un consecuente aumento del rebote (se suelen enlazar en web chinas, rusas…); la creación masiva de links hacia nuestra web, de forma en que Google se piense que lo queremos engañar, etc. En fin, una serie de técnicas SEO que precisamente se utilizan de forma incorrecta intencionadamente para perjudicar el posicionamiento de una web.

El resultado es, en definitiva, una penalización por parte de Google que incluso puede no indexar nuestra página web, disminuyendo su tráfico y, con ello, incluso disminuyendo nuestro volumen de ventas. Por tanto, sufrir un ataque de SEO negativo puede desembocar en un perjuicio económico más o menos grave para la empresa. Por tanto, ¿se puede acudir a los Tribunales?

En primer lugar, existen herramientas tecnológicas que nos permiten prevenir, detectar y mitigar los perjuicios causados por un ataque de este tipo. Pero, en caso de que queramos exigir responsabilidades, se podría acudir a los Tribunales.

La responsabilidad que se le pueda exigir al autor o autores de las acciones dañinas depende de cómo se haya perpetrado el ataque a la web, además de la gravedad de las consecuencias que hayamos sufrido.

Así, incluso podríamos estar hablando de delito informático si el atacante “por cualquier medio, sin autorización y de manera grave borrase, dañase, deteriorase, alterase, suprimiese o hiciese inaccesibles datos informáticos, programas informáticos o documentos electrónicos ajenos, cuando el resultado producido fuera grave”. Esta conducta está penada con seis meses a tres años de prisión (artículo 264.1 del Código Penal).

Además, se agravará la pena, correspondiendo de dos a cinco años de prisión y multa del tanto al décuplo del perjuicio ocasionado, cuando en la conducta descrita se “hayan ocasionado daños de especial gravedad o afectado a un número elevado de sistemas informáticos”  (artículo 264.2 del Código Penal).

Así, el que realice acciones SEO que encajen en la descripción de esta conducta, como alterar datos informáticos o hacer inaccesibles datos informáticos –por ejemplo, con enlaces basura–, si lo hace de manera grave y provoca daños graves (como pérdidas económicas o reputacionales graves), podría incurrir en un delito de este tipo con hasta cinco años de prisión.

Además, el artículo 264 bis del Código Penal dispone que “será castigado con la pena de prisión de seis meses a tres años el que, sin estar autorizado y de manera grave, obstaculizara o interrumpiera el funcionamiento de un sistema informático ajeno:

  1. Realizando alguna de las conductas a que se refiere el artículo anterior;
  2. Introduciendo o transmitiendo datos; o
  3. Destruyendo, dañando, inutilizando, eliminando o sustituyendo un sistema informático, telemático o de almacenamiento de información electrónica.”

Situación en la que se podría incluir aquella conducta que, de manera grave, provoque la desindexación de nuestra página web en la página de resultados de Google –que trae consigo el impedimento de que nuestro contenido llegue a los clientes–.

La pena descrita se agravará en el caso de que se perjudique de forma relevante la actividad normal de una empresa o negocio, imponiéndose la pena en su mitad superior o, incluso, si es muy grave el perjuicio, la pena superior el grado.

Cabe señalar también que si el actor de las acciones de SEO negativo es una persona jurídica, de acuerdo con los términos establecidos para la responsabilidad penal de las personas jurídicas del artículo 31 bis del Código Penal, las multas aumentan considerablemente (artículo 264 quáter del Código Penal).

Por tanto, de un lado, dependiendo de la gravedad de las acciones de SEO negativo que hayan llevado a cabo los atacantes, podría aplicarse lo relativo a los referidos artículos del Código Penal (en su Título XIII: “Delitos contra el patrimonio y contra el orden socioeconómico”). De otro lado, también nos ampara la Ley de Competencia Desleal.

Así, el artículo 25 de la Ley de Competencia Desleal, relativo a los actos de violación de normas, dispone que “Se considera desleal prevalerse en el mercado de una ventaja competitiva adquirida mediante la infracción de las leyes”, recalcando que “la ventaja ha de ser significativa” para que pueda considerarse un acto de competencia desleal.

¿Cómo sabemos si hemos sufrido un ataque de SEO negativo? ¿Cómo podemos valorar el perjuicio ocasionado? Cabe aclarar en este punto que existen expertos en SEO que pueden valorar si efectivamente nuestra página web ha sido víctima de uno de estos ataques. Además, para determinar la gravedad del ataque SEO, así como la cuantía del perjuicio ocasionado u otras cuestiones relacionadas existen peritos SEO.

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