Hay 20 óperas del repertorio que tienen entre sus protagonistas a notarios. En la mayoría de los casos son papeles relativamente breves y relacionados con ceremonias matrimoniales. Hay dos particularmente famosos, los notarios de Gianni Schicchi de Puccini y de Rienzi de Wagner.
“Gianni Schicchi” es una de las últimas óperas de Puccini. Es una pequeña maravilla de una hora, una joya desde la primera nota a la última. Forma parte de una trilogía llamada “Il Trittico”, estrenada en 1919 en el Metropolitan de Nueva York. El texto está tomado de la “Divina Comedia” de Bocaccio. Buoso Donati ha muerto sin herederos forzosos pero con muchos sobrinos. En su testamento ha dejado todos los bienes a la Iglesia Católica. Los sobrinos buscan un plan para cambiar el testamento. Gianni Schicchi se hace pasar por el muerto. Llaman al notario para que venga a la casa para el testamento. El notario no comprueba la identidad del otorgante y para ganar su confianza el testador le nombra heredero en una pequeña suma. Luego hace un reparto de los bienes de menor valor entre los sobrinos. Los bienes de mayor valor se los concede a sí mismo. En definitiva Gianni Schicchi finge ser el muerto y se nombra heredero principal.
El notario más famoso de las óperas es “Rienzi” de Wagner (1842). Narra la vida del notario Cola de Rienzi (1313-1354) que se convirtió en líder político. Distinguiéndose por su elocuencia y sus conocimientos de la Roma clásica, Rienzi se ganó el favor y la estima del Papa quien lo nombro, en 1344, notario de la Cámara Apostólica, institución encargada de la administración financiera del Vaticano competencias legislativas y judiciales. Dirigió una revuelta popular contra la nobleza y proclamo la Republica Romana que buscaba restaurar la grandeza de la antigua Roma. La Iglesia le apoyo en los primeros años pero al comprobar que acumulaba poder se puso en contra suya y Rienzi acabo decapitado. Es la tercera ópera de Wagner y la primera relevante. Hitler fue un gran fanático de esta ópera y de su protagonista. Cuando tenía 17 años la escucho por primera vez. Después de la representación se subió a una montaña en Viena y declaro que llegaría un día en el que llevaría al pueblo alemán a la misma liberación que Rienzi había llevado a los romanos. La brillante obertura estuvo presente en numerosas celebraciones nazis y fue la música de la apertura del congreso nazi de 1939. Hitler guardo entre sus posesiones más preciadas la partitura que desapareció tras su suicidio. “Rienzi” se representa poco porque su calidad es inferior a las diez óperas del canon sagrado de Bayreuth y Wagner prohibió que se interpretara en su maravilloso teatro.
El notario más profesional lo encontramos en Intermezzo (1924) del alemán Richard Strauss, el mejor compositor de ópera de todos los tiempos. Es una obra autobiográfica que narra un episodio de la vida del genial creador bávaro. La mujer de Strauss acudió a un notario para encargar el divorcio. La ópera recoge la conversación con el notario y el asesoramiento sensato, prudente y fundamentado que el notario da sobre el divorcio. Otro notario es protagonista de las óperas de Strauss. En “El Caballero de la Rosa” la mariscala tiene su propio notario.
Mozart también utilizo la figura del notario en “Cosi Fan Tutte” aunque aquí se trata de un notario falso. La criada Despina se disfraza de notario.
En el Bel Canto tenemos cinco notarios. “El Barbero de Sevilla” de Rossini tiene entre sus protagonistas a un notario con un breve papel cómico relacionado con la celebración de un matrimonio. Algunas producciones lo presentan como un notario corrupto que acepta un soborno pero esto no aparece en el libreto. En “La Sonnambula” de Bellini tenemos un tipo de notario muy diferente que lo que hace es traer alegría aportando tranquilidad y formalidad a la pareja. .En “El Elixir de Amor” de Donizetti el notario tiene un papel marginal ligado con la celebración del matrimonio. Donizetti repite notario en su ópera cómica francesa “La Fille du Regiment”. Marie expresa al notario su horror ante el contrato de matrimonio y le explica que no quiere firmar. El tercer notario de Donizetti aparece en “Don Pasquale” con un notario falso que es sobrino de uno de los protagonistas.
“El Murciélago” de Johann Strauss nos presenta también un notario aunque no actúa como tal. Es un notario de vida alegre nocturna. “Beatrice y Benedict” de Berlioz también tiene entre sus protagonistas a un notario que celebra un doble matrimonio. “La Perichole” de Offenbach nos presenta a dos notarios que cantan un dueto de notarios. Oras óperas con notarios de protagonistas son “Fortunio” de Messager, “El Conde de Luxemburgo” y “El Habito hace al monje” de Lehar, “La Princesa Gitana” de Kalman, “La Gioconda” de Ponchielli, “Khovanschina” de Mussorgsky y “The Sorcerer” de Sullivan.
En próximos artículos hablaremos con detalle de estas óperas con notarios como protagonistas.
En la imagen la ópera “Rienzi” de Wagner.
