El concepto de outsourcing, también denominado externalización o terciarización en los países hispanoamericanos comienza a ganar credibilidad al inicio de la década de los 70 enfocado, sobre todo, a las áreas de las tecnologías de la información de las empresas.
Las primeras empresas en implementar modelos de outsourcing fueron gigantes como EDS, Arthur, Andersen, Price Waterhouse y Otros.
A principios de los años 90 encontramos las formas más simples de outsourcing y por tanto más reversibles, en áreas en que la organización tenía escaso interés por desarrollar o que requerían una competencia específica como la limpieza, el transporte o el servicio de comedores.
Pero es a finales de los años 90 cuando hay una mayor implicación de los elementos externos en la organización, con los cuales se compartiría no solo los beneficios de una mayor competitividad sino los riesgos legales de una actividad empresarial inadecuada y aumentado la posibilidad mutua de prevalecer en el mercado.
El outsourcing en la gestión pública ha tenido acogida en países como Reino Unido, Australia o Nueva Zelanda, no ha sido tan proactivo en Europa Occidental y en nuestro caso en España.
Se considera que los servicios que no son considerados básicos son más proclives a ser externalizados, por el contrario, las áreas más complejas y profesionales son más difíciles de externalizar, debido al poder que tienen los trabajadores y a la dificultad de medir y controlar las especificaciones relacionas con los servicios.
Argumentos a favor del outsourcing es que permite mejorar los servicios porque se accede a los conocimientos y capacidades de proveedores presuntamente especializados en los mismos. Además los servicios mejoran al centrarse las organizaciones en las operaciones clave, y externalizar los menos estratégicos.
Las opiniones de Ayuntamientos grandes es que el outsourcing puede contribuir a dar mejor el servicio al ciudadano y que no es una estrategia que sirva sobre todo para controlar costes. El outsourcing en los Ayuntamientos españoles es un complemento que persigue mejorar los servicios prestados, y que las Corporaciones Locales no recurren al mismo por falta de recursos internos sino por completar sus capacidades.
Me gustaría quedarme con esta última frase "las corporaciones locales no recurren al mismo por falta de recursos internos sino por completar sus capacidades" y reflexionar sobre la misma de este modo, si partimos de la definición qué es ser funcionario de Alberto Ortiz de Zárate Tercero " puesto atractivo al que se accede a través de una dura competencia. De aquí podría deducirse que una buena proporción de los mejores técnicos están trabajando en el sector público y, se hecho, así es. La flor y la nata de numerosos profesionales gana una plaza en la Administración, donde permanece el resto de su vida profesional".Es decir si los funcionarios estamos muy bien preparados por qué externalizamos servicios como por ejemplo la gestión de la licitación electrónica.
Tal vez el fallo no esté en complementar las capacidades de los funcionarios si no que no haya una buena planificación estratégica a corto y a largo plazo y un buen equipo que la ejecute. Como dice Jaime Domínguez-Macaya Laurnaga "una estrategia sin acción es una utopía, una acción sin estrategia es un fracaso seguro………..estrategia más acción pueden mover el mundo."
Además hay que tener en cuenta que la externalización de la gestión de un servicio puede al final devenir todo en un paripé, puedo encontrarme con la sorpresa que el sistema de licitación que se esté aplicando sea cerrado y que no participen todas las empresas que estén dadas de alta en la plataforma de la contratación.
Aunque yo soy más partidaria de un buen líder y un buen equipo, lo más achatado posible en cuanto jerarquía y sentir en mis venas como dice Alberto Ortiz los genes de mis antepasados el placer de perseguir para conseguir, todos a la caza del manut, todos a la caza porque no de la licitación electrónica.
Sí puede que en este sentido sea conservadora pero creo totalmente en las capacidades de los recursos internos y creo en una buena gestión desde dentro de la Administración. Creo en el valor de lo público desde dentro y sobre todo con la participación ciudadana.
