
Últimamente se viene desarrollando una tendencia que está llevando los temas ESG bajo el paraguas de la figura de General Counsel. Hay incluso debates en distintos foros sobre esta tendencia y si tiene sentido a nivel tanto de negocio como de gestión y organización de la empresa. Me animo a contribuir a este debate aportando ideas, definiciones, o explicando conceptos, sin ánimo de posicionarme en ninguna dirección concreta.
Es claro el desarrollo legislativo y normativo en relación con el medio ambiente (la E de Environment) y la sostenibilidad (la S) que se ha ido produciendo en los últimos años a nivel global. Las diversas legislaciones que hay en los países para la gestión y el gobierno de las sociedades, y que existen desde hace más tiempo, ya establecen normas y reglas en materia de gobierno corporativo (la G). Navegar en todo este océano legislativo conlleva la necesidad de un experto legal. Si a esto se añade la regulación adicional propia de algunos sectores, nos podemos encontrar con una función de General Counsel que tiene un fuerte peso dentro de las empresas.
Y este desarrollo y peso de la función de General Counsel tiene su sentido de negocio, y de gestión y organización.
Desde hace unos meses, llevo realizando actividades relacionadas con la sostenibilidad y aportando al diseño y desarrollo de una estrategia en la que la sostenibilidad es crítica. También implicaba gobierno y aspectos medioambientales. Y en ningún momento he tenido que leer una ley, ni regla, ni norma. Tampoco he tenido que consultar con ningún asesor legal. Y no, no estoy infringiendo nada. Eso sí, he tenido que leer a fondo muchos estudios científicos, y entender bien el proceso de producción y fabricación, y cómo interactúan los compuestos químicos, y plantear si la interacción resultante es sostenible o no. Y no porque lo diga una ley, o norma, o regla, sino porque el objetivo de la empresa es contribuir a la sostenibilidad con los productos y el servicio que ofrece. Que los productos y el servicio no dañen el planeta, sino que ayuden a reducir las emisiones de metano, que ayuden a una alimentación más sana, con más nutrientes, y que las declaraciones que la empresa hace sobre lo que sus productos y servicio ofrecen son verdad, pero no porque hay una ley, o norma, o regla que obligue a ello, sino porque en mi experiencia, y desde el punto de vista del negocio, ser íntegro y honesto de cara al cliente es la garantía del éxito. A mi modo de ver, es sostenibilidad para el negocio.
He necesitado asesoramiento de una doctora en química y los estudios científicos que he leído estaban realizados también por ingenieros agrónomos.
Y todo este trabajo está dentro del desarrollo y definición de la estrategia del negocio, y del desarrollo de este, así como de la organización de la producción y de las operaciones de la empresa.
He tomado, y he contribuido a que se tomaran, decisiones estratégicas de producción, de fabricación y de organización que solo tienen sentido a nivel de CEO y/o dentro del área de producción o de COO. Y en todo momento he estado y estoy llevando temas ESG.
En mi experiencia, el medio ambiente, la sostenibilidad, el gobierno corporativo, los factores ESG traspasan y se extienden a lo largo de la operativa del negocio. Incluso la G, gobierno corporativo, que podemos definir como:
«aquel que se ejerce de una manera objetivamente correcta, persiguiendo el cumplimiento de los intereses generales, y consiguiendo en un alto grado una buena gestión, alcanzando cotas muy aceptables de transparencia, eficacia, eficiencia, cumplimiento de la legalidad y un alto grado de satisfacción entre todas las partes interesadas (Guía del buen gobierno corporativo, editorial Almuzara)»
tiene en cuenta e incluye el diseño de procesos y procedimientos y la organización de la empresa, entre otros aspectos importantes.
La sostenibilidad, cuya definición ha tenido una evolución, va más allá de lo que una legislación puede determinar. Tal y como se define en “Teoría de la sostenibilidad y consideraciones conceptuales: Una revisión de las ideas clave para la sostenibilidad y el contexto rural”, por Harrington, Lisa M. Butler (2016):
«La sostenibilidad puede definirse como la capacidad de mantener o mejorar el estado y la disponibilidad de materiales o condiciones deseables a largo plazo.»
Y el medio ambiente se refiere al impacto medioambiental de una organización, incluidas las emisiones directas e indirectas de gases de efecto invernadero, la gestión de los recursos naturales por parte de la dirección y la resiliencia frente a la adversidad derivada de riesgos climáticos.
Liderar y gestionar los temas ESG en una empresa va a impactar una amplia variedad de factores, además de implicar y alcanzar a distintas áreas de la empresa. Esto conllevará distintos perfiles profesionales. Además, cada empresa puede tener sus circunstancias y casuística añadidas.
Por todo esto este debate es importante y necesario. Yo estoy abierta a escuchar ideas y propuestas variadas que pueda, cada una de ellas, tener pleno sentido a nivel de organización y negocio.
Y hasta aquí mis comentarios al respecto. Espero mi contribución sea útil.