“No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que responde mejor al cambio.”
Charles Darwin
La mediación como metodología, aborda frecuentemente procesos de cambio. En este sentido, siguiendo la evocadora definición de mediación del profesor y mediador Ignacio Bolaños; “la mediación es un proceso de transiciones y transacciones”.
En este contexto de mediación como proceso de transiciones o cambios, es de gran utilidad la aportación del marco de la entrevista motivacional, como hemos señalado en varias entradas de este blog. En este post, vamos a centrarnos en una herramienta motivacional de gran utilidad como es el llamado discurso del cambio, o la identificación y gestión por parte de los mediadores de los argumentos a favor del cambio.
El discurso del cambio fue definido por Miller y Rollnick, como cualquier tipo de lenguaje verbalizado por la propia persona o de autoexpresión, que supone un argumento a favor del cambio. Para los profesionales de la mediación resulta de gran utilidad saber reconocer e interpretar las señales del discurso de cambio en las partes que participan en el proceso de mediación, ya que la intensidad de la expresión puede ser un potente indicador sobre el compromiso de la o las partes sobre el cambio, que puede variar desde la ausencia del mismo a una elevada disposición, pasando por toda la gama intermedia.
Según los autores mencionados el discurso de cambio puede clasificarse en:
- Un discurso de cambio inicial, llamado discurso preparatorio,
- Un posterior discurso de cambio movilizador, en el que ya hay en las partes una determinación y movimiento en favor del cambio.
El discurso preparatorio se caracteriza por la presencia de leguaje en los siguientes campos semánticos, cada uno de ellos distingue un componente diferente de la motivación:
- Deseo: Estas expresiones ponen de manifiesto que la o las partes quieren o anhelan algo. Este es un primer componente de la motivación, aunque no siempre imprescindible.
- Habilidad: Estas expresiones ponen de manifiesto la capacidad percibida por la o las partes para conseguir el cambio, y constituye un elemento esencial de la motivación.
- Razón: Hacen referencia a expresiones de afirmación de un motivo específico para conseguir el cambio.
- Necesidad, que incluye todas aquellas categorías del lenguaje que expresan el deber, la necesidad o la obligación de cambio.
Por su parte el discurso de cambio movilizador incluye el compromiso y la activación, que aumentan sin ninguna duda la probabilidad de cambio en mayor medida que las anteriores.
Cada una de estas categorías de expresiones de discurso de cambio preparatorio o movilizador suponen una oportunidad en mediación para indagar y reforzar el propio proceso, y pueden presentarse de diferentes formas a lo largo de las diferentes etapas de la mediación: referidos tanto a las circunstancias que se refieren al propio proceso de mediación, como medio de resolución o canalización de la controversia, como también referidos al fondo de los asuntos que se tratan durante su transcurso.
Habitualmente, el primer cambio que abordaremos con las partes es el cambio sobre la percepción del proceso como alternativa eficaz, colaborativa y positiva para la resolución de los conflictos de las partes. ¿Tienen las partes deseo, habilidad, razones y necesidad de mediación? ¿Están comprometidas y activadas? Cada proceso tendrá una respuesta. Os animamos a explorarlo.
