“Lo más increíble de los milagros es que ocurren.” Chesterton

Esta conocida técnica, como tantas otras en mediación, tiene su origen en el ámbito de la psicología, concretamente de la Terapia Centrada en Soluciones. Fue formulada por diversos autores de la Escuela norteamericana de Milwaukee en la década de los años 80 (Insoo Kim Berg y Steve de Shazer) e incorporada con éxito al ámbito de la mediación, gracias a las propuestas de mediadores como Aldo Morrone o Marines Suares.
De Shazer (1988) plantea "la pregunta del milagro" de forma que la persona que responde debe imaginar que, de forma repentina y milagrosa, sus problemas se han resuelto alcanzando así su "futuro ideal". Posteriormente, desde ese contexto, se formulan nuevas preguntas destinadas a que la persona reflexione acerca de qué cambios específicos han tenido lugar y qué acciones concretas tendría que llevar a cabo la propia persona para lograr sus objetivos.
Las principales finalidades de esta técnica consisten en definir objetivos concretos, alcanzables y expresados en positivo, además de generar soluciones nuevas, creativas y efectivas.
En el ámbito de la mediación, "la pregunta del milagro" es una potente herramienta que consiste en proyectar a las partes, o a una de ellas, indicándoles que imaginen un "futuro mejor" en el que el conflicto que los ha llevado a mediación se ha resuelto definitivamente.
"La pregunta milagro" tiene los siguientes objetivos:
- Favorecer que las partes, individualmente, o de forma conjunta, visualicen sus diferencias desde una nueva perspectiva y puedan distanciarse del conflicto, ayudándoles a desbloquear la situación enquistada que mantenían.
- Lograr que las partes experimenten el bienestar, la tranquilidad y el alivio que les supone vivir sin los conflictos y las emociones negativas que éste les provoca.
- Facilitar la identificación de los deseos, objetivos e intereses de las partes.
- Contribuir a un cambio de dinámica, iniciando la construcción de un plan de acción para intentar resolver el conflicto.
- Crear un espacio conjunto para la imaginación y la creatividad, como afirma la mediadora Gloria Novel, y abrir la visión a otras posibilidades, favoreciendo que las partes generen alternativas diferentes a las exploradas hasta ese momento.
En cuanto a su aplicación, esta técnica suele utilizarse en momentos avanzados del proceso de mediación, formulando a las partes una pregunta hipotética sobre qué sucedería si se produce un milagro que resuelve el conflicto, tratando de que las partes puedan describir pormenorizadamente lo que ha sucedido y dialoguen entre ellos sobre sus intereses comunes y los cambios o acuerdos que deben alcanzar para poder alcanzarlos.
Dado que hoy, día 21 de enero, celebramos el día Europeo de la Mediación queremos formular a todos nuestros compañeros mediadores esta "pregunta del milagro" y esperamos que este ejercicio creativo e imaginativo nos ayude a soñar, innovar y construir la cultura de la mediación que todos deseamos.
Imaginemos que esta noche, mientras todos dormimos, sucede una especie de milagro y la mediación es el medio de resolución de conflictos más demandado y reconocido por la sociedad. Esto no sucede como en la vida real, poco a poco y con el esfuerzo de todos, sino de repente y de forma milagrosa. Como estamos durmiendo no nos damos cuenta de que este milagro se ha producido. ¿Qué cosas vamos a notar diferentes mañana que nos haga darnos cuenta de que este milagro se ha producido? ¿Cómo lo hemos logrado?