Esta semana hemos vivido el enésimo capítulo de la guerra comercial entre Donald Trump y la República Popular de China. El 15 de mayo, Donald Trump firmó una orden ejecutiva que, en la práctica, supone la imposibilidad de que Alphabet Inc. (matriz del grupo al que pertenece Google) mantenga relaciones comerciales con el conglomerado de empresas de Huawei.
¿Consecuencia práctica? Los usuarios de estos dispositivos, del día a la mañana, se quedan sin actualizaciones de la mayor parte de sus aplicaciones y por tanto sus dispositivos perderán funcionalidad y valor en menos que canta un gallo.
Las guerras siempre tienen víctimas colaterales – que se lo digan a los habitantes de Desembarco del Rey-. Pero ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Para no aburriros, y para honrar a la recién terminada Juego de Tronos, lo haremos en clave de Canción de Hielo y Fuego.
El 20 de enero de 2017 llega al Trono de Hierro, Donald Trump, de la casa Lannister (un Lannister siempre paga sus deudas). Durante su campaña, se ganó el respaldo del pueblo de los 7 reinos, prometiendo devolver los puestos de trabajo robados por mor de la globalización y de la competencia desleal (dumping) de los diferentes pueblos de Essos (el otro continente de este mundo ficticio).
La batalla del acero y aluminio valyrios
El 22 de enero de 2018, por recomendación de su consejo privado (el US International Trade Comission) impone los primeros aranceles (Safeguard Tariffs) a la importación de paneles solares y máquinas lavadoras procedentes principalmente del extremo oriente de Qarth (China). La reacción del consejo de brujos de la casa de los eternos de Qarth (Consejo de Estado de la República Popular de China), es imponer inmediatamente aranceles preliminares sobre las importaciones de la soja, de la que tanto gustan los habitantes de Essos y que cultivan masivamente en Poniente, de cerca de un 178%.
Sin dejar pasar dos meses, el primus inter pares de Poniente, contratacó con un golpe de efecto contra la industria de los de Essos, forzando la interpretación de la section 232 que establece la posibilidad de imponer aranceles a los productos que amenacen la seguridad nacional. Consecuencia: 25% de arancel sobre el acero y 10% sobre el aluminio. Se acabó importar acero Valerio. ¿Cómo matarán ahora a los caminantes blancos?
A todo esto, las ciudades libres del Occidente de Essos, como Pentos y Bravos (Unión Europea) se da cuenta de que o se suman a la moda del arancel, o su industria local de acero y aluminio valyrio se puede ver amenazada por la invasión del acero de Qarth. Por tanto, replica la jugada y establece medidas de salvaguardia también por un 25% (aplicable a los contingentes que excedan el cupo calculado sobre las importaciones de años anteriores).
El contrataque del jefe de los brujos de Qarth, Pyat Pree (Xi Jinping) es feroz, imponiendo aranceles sobre la chatarra, el porcino, frutas y frutos secos procedentes de los 7 reinos.
El Lannister, no contento con tener a los de Qarth como enemigos, en junio de 2018 decidió colocarse a todo Essos en su contra, extendiendo los aranceles del 25% y 10% sobre acero y aluminio valyrio al procedente de las ciudades de Pentos y Bravos. En respuesta los Bravosi y Pentosi deciden atacar donde más duele: Los productos icónicos de los 7 reinos, a saber, Bourbon de Invernalia, yates de Desembarco del Rey, vaqueros azules de Dorne y crema de cacahuete del Dominio. Por no mencionar que en el verano de 2018 hasta los salvajes de más allá del muro (Canadá) decidieron imponer aranceles sobre los productos agrícolas de los 7 reinos.
La batalla de la tecnología
Nuestro amigo el león (animal representativo de la casa Lannister), después de no pocas amenazas cruzadas, decide atacar a los de Qarth donde más les duele, restringiendo las importaciones de aquellos productos que incorporan conocimiento o propiedad intelectual. Así, el 24 de septiembre de 2018 se publica la modificación de la section 301, en la que se acuerda un arancel del 10% sobre toda maquina (escorpiones, balistas, y otros ingenios) intensivos en tecnología. Pero la cosa no queda ahí, además de aprobar este arancel, se compromete a subirlo al 25% al inicio del año 2019. Después de ciertos vaivenes con la fecha de la subida, que cerca estuvo de producirse el 1 de marzo de 2019, la subida finalmente se produjo el pasado 10 de mayo de este año. Veremos cuales son las consecuencias, pero ya os anticipo que para la industria de nuestras ciudades libres no va a ser muy bueno.
Los libros que están pendientes de ser publicados
Se comenta que versarán sobre los aranceles a los carruajes debido a ciertos informes del consejo privado del Lannister que proponen volver a activar el mecanismo de las amenazas para la seguridad del estado. No han sido pocos los momentos en los que nuestro querido personaje, cual Targaryen furibundo, ha amenazado con pegarle fuego a todo y aplicar un arancel extra del 25% sobre todo producto procedente de Qarth.
Dejando a un lado las novelas de George R.R. Martin, con la reciente aprobación de la nueva Foreign Investment Law en China, podríamos pensar que Xi Jinping empieza a achicar agua. Envidó fuerte en el juego y parece que Trump va de mano y lleva la una.
Esperemos, por el bien de la teoría de David Ricardo (la del vino portugués y el paño inglés), que comience pronto el desescalado, ya que un rebote del comercio internacional, a juicio de este humilde opinador (de los que sobran muchos), es de lo poco que podría mejorar la poco halagüeña perspectiva de la economía internacional para los próximos años. Así que, recordad, que la noche es oscura y alberga horrores.