Desearíamos todos -empezando por un servidor- que este post estuviese dedicado a esa mítica pieza cinematográfica que unía en un mismo equipo de fútbol al siempre doliente Stallone y al inimitable Pelé. Historia lúdica e improbable a partes iguales, que incluía escenas en las que “el Potro de Filadelfia” se peleaba a mamporros con el pobre balón de cuero como si de un saco de boxeo se tratase.
Lamento decepcionar al respetable y ávido lector de estas líneas, pues hablaré de otra contienda algo distinta. La competición por conseguir el triunfo de la inversión extranjera y consolidar el dinamismo de la propia economía a escala nacional. Podríamos decir que si la pugna fuese exclusivamente europea y el árbitro Bruselas habría un claro elenco de ganadores entre los que destaca recientemente Portugal. Parece evidente que hoy en día el éxito de un Gobierno se mide en bonanza económica (a prescindir del reparto o uso que se le dé al superávit obtenido). La fórmula del éxito aunque se puede resumir de forma simple se les acaba atragantando a los partidos políticos, incapaces de alcanzar pactos de Estado que permitan ponerla en práctica: estabilidad, certeza e incentivos. No hay mayor combustible para la economía de un país que esas tres palabras. A continuación me gustaría resaltar casos de éxito de aquellos territorios que se han alzado con el premio y en clara contraposición a los que, en cambio, están más cerca de la amonestación, los que ya han recibido un par de avisos del colegiado.
Sin pretender hacer un análisis pormenorizado de índices macroeconómicos, he aquí algunas de las claves que parecen haber funcionado a nuestros vecinos europeos.
- PORTUGAL:
Destacan, por la propria labor comercial desarrollada desde el país luso:
1.- Su programa de visados para inversores (Golden Visa), similar a otros permisos de residencia o vías aceleradas de adquirir la nacionalidad, destinadas a migrantes de alto poder adquisitivo como el EB5 americano o el QIIP canadiense.
2.- Incentivos fiscales a la atracción de expatriados con un perfil profesional elevado (NHR).
3.- Eliminación de figuras impositivas poco eficaces desde un punto de vista de gestión tributaria o que pueden suponer un freno a la inversión extranjera o motivo de deslocalización de la ya existente.
4.- Impulso de la imagen internacional del país, asociándolo a proyectos de valor. Este trabajo ha redundado en beneficio de ciudades como Oporto, seria candidata a convertirse en un Hub europeo tecnológico. Prueba de los efectos positivos de este claro empeño político, los podemos comprobar de forma gráfica:
Los ecos de todo este esfuerzo llegan desde la Unión Europea hasta los medios de comunicación, pasando por los corrillos que se forman a veces en las reuniones a las que asisto en Madrid de las distintas Cámaras de Comercio europeas. Cada uno saca pecho cómo y cuándo puede. Está claro que a los portugueses hoy les sobra arsenal para ello. Por eso ni siquiera me sorprendí al encontrarme hace unos días con una noticia como esta en el diario Público: la UE ensalza el ejemplo de Portugal
El mensaje y a quién va dirigido desde luego está claro. Y, por si lo anterior no fuese suficiente, aquí la imagen que mejor describe el llamado milagro portugués, el "turnaround" de su economía.
Fuente: Centre for Economic Policy Research
- POLONIA
Aún es hoy el día en que el país del antiguo bloque soviético mantiene un crecimiento estable en lo que ya se conoce como su era dorada iniciada en 1992. Con una evolución en positivo ininterrumpida equivalente al 4,2%, lo que ya la ha convertido en la séptima economía más grande de la UE con un PIB de 524 billones de Euros. Sorprendió que fuese el único país capaz de sortear la recesión en plena crisis mundial en el bienio 2008-2009. Destaca el contenido de un reciente estudio sobre inversión directa extranjera de la firma Ernst & Young en el cual quedaba reflejada una subida de la inversión en Polonia en los años 2017-2018 del 38%, siendo los principales sectores beneficiarios de este incremento los de logística y transportes, así como la industria química. Ciertamente la UE es, en gran medida, responsable de este apabullante resultado, pues ha insuflado con fondos europeos una parte importante de las inversiones en infraestructuras de las que se ha beneficiado el país en los periodos 2007-2013 y 2014-2020. Si a este le sumamos una fuerte y continuada demanda interna, junto con la reciente y meteórica industria del videojuego, que se agrega al potencial polaco en el más amplio sector de Information Technology, ya tenemos el cóctel perfecto.
- IRLANDA
Otro país que durante años ha estado en boca de todos por el vuelco que dio su economía consiguiendo un rendimiento nunca antes conocido es el "Tigre Celta". De sobra es sabido que entre los elementos claves que permitieron este impulso sin precedentes en un país históricamente asolado por la pobreza y el desempleo sobresalían dos: tipos reducidos del impuesto de sociedades junto con unos potentes programas de inversión desarrollados por la Agencia Irlandesa – IDA (https://www.idaireland.com/), equivalente al ICEX español, que obtuvieron como resultado la implantación de grandes multinacionales (sobretodo tecnológicas americanas), y que constituyen aún hoy en día uno de los principales sustentos de su economía.
Esta breve reflexión, en los tiempos que corren de cambio -en los que parecen plantearse nuevos paradigmas-, pretende servir de recordatorio sobre el hecho de que, la base del bienestar de un país, a prescindir del signo político, es su economía. Contamos con sobrados ejemplos que nos bastaría seguir o imitar para incrementar la inversión o, por lo menos, evitar la fuga de aquella existente lo que en el fondo supondría una agria o equívoca victoria.