Como estaba previsto, el Consejo de Ministros dio el viernes luz verde a la reforma fiscal, que debería quedar completada en las Cortes Generales a lo largo del mes de julio. El Anteproyecto de Ley prevé una rebaja de impuestos general, que se focaliza en las rentas medias y bajas e incluye beneficios para las familias y personas con discapacidad. Se fomenta el ahorro a medio y largo plazo y la mejora de la competitividad de las empresas, y contempla intensificar la lucha contra el fraude.
El protagonista es el IRPF ya que el número de tramos se reduce de siete a cinco con rebaja de la tributación en todos ellos y el Impuesto sobre Sociedades, cuyo tipo de gravamen general se reducirá desde el 30% hasta el 28%, en 2015, y al 25%, en 2016.
Ha llegado el momento de bajar impuestos para todos", dijo Montoro nada más comenzar la rueda de prensa del viernes. A pesar de esta afirmación, cunde en parte de los agentes públicos la desilusión porque una reforma tan estudiada y anunciada sitúe la presión fiscal media de cada contribuyente en un elevado 38% cuando se concluya la implementación de la misma, a finales de 2016. "Este nivel está lejos de la media europea, -dijo el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas- que es con lo que se tiene que comparar España".
El texto incluye una amplia reforma del sistema tributario español, a través de los principales impuestos que lo definen y de la Ley General Tributaria, "con el fin de diseñar unos impuestos más sencillos y justos". El efecto en la economía será significativo: el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas estima que la reforma fiscal supondrá un aumento del PIB del 0,55% en 2015-2016. Como consecuencia de la bajada de retenciones, veinte millones de contribuyentes contarán cada mes, desde enero de 2015, con más renta disponible. La reforma fiscal se aplicará en dos fases, una primera en 2015, en la que los ciudadanos ya empezarán a notar la rebaja de impuestos, que se verá completada por una segunda fase en 2016.
En el IRPF, los nuevos tramos (cinco, frente a los siete anteriores) irán del mínimo del 19% -frente al 24,75% actual- al 45% -frente al máximo del 52%-. Todas las tarifas bajarán y lo harán en dos fases, una en 2015 y otra en 2016.
El Impuesto sobre Sociedades bajará al 28% en 2015 y al 25% en 2016, frente al tipo del 30% actual, mientras que las pymes podrán rebajar su gravamen hasta el 20% -frente al 25% actual- siempre que se apliquen dos deducciones de nueva creación para favorecer la autofinanciación y el endeudamiento empresarial.
Más dinero en el bolsillo de los españoles
"La rebaja fiscal global dará lugar a un impulso del PIB algo superior a medio punto en 2015 y 2016", subrayó el ministro, quien indicó que, como consecuencia de esta reforma, 20 millones de contribuyentes contarán con más renta disponible a partir del próximo año.
No aumenta el IVA
Tal y como fue anunciado, y en contra de las recomendaciones comunitarias, del Banco de España, y del Fondo Monetario Internacional, El Ejecutivo renuncia a aumentar la tributación del IVA y los Impuestos Especiales, salvo lo que sea necesario por venir impuesto desde normativa europea en materias determinadas, como son algunos productos sanitarios: "sólo los tocaremos por normativa europea", señaló Montoro.
El titular de Hacienda también advirtió que "no se proyecta más que lo que exija Bruselas y no se crean nuevos impuestos medioambientales porque el Gobierno prefiere esperar a la reforma autonómica y local", añadió Montoro.
También recomendaba dicha subida del IVA el Informe Lagares, que el propio Ejecutivo encargó. Preguntado el ministro acerca de cómo valoraba no haber atendido la propuesta del texto del comité de expertos, señaló que "es muy de valorar y agradecer el trabajo hecho", pero que el informe se trataba únicamente de un documento de trabajo, como los hay en casi todas las materias; y que las decisiones siguen correspondiendo al Ejecutivo en todo caso.
Lucha contra el fraude
La reforma fiscal aprobada en Consejo de Ministros incluye un nuevo paquete de medidas que completa la Ley 7/2012, de 29 de octubre, de modificación de la normativa tributaria y presupuestaria y de adecuación de la normativa financiera para la intensificación de las actuaciones en la prevención y lucha contra el fraude. Entre las novedades, destaca una modificación del artículo 95 de la Ley General Tributaria para la publicación de listas de morosos con la Hacienda Pública.
Otras reformas de la Ley General Tributaria ponen el acento en mejorar la lucha contra el fraude, especialmente a través de ajustes de calidad en el procedimiento inspector. El procedimiento inspector, además, tendrá nuevos plazos y nuevos sistemas de suspensión. Hacienda cuenta ya con perfiles de riesgo de los contribuyentes que se acogieron a la llamada amnistía fiscal para incluir en las bases de datos a aquéllos que se consideren que tienen mayores posibilidades de defraudar en el futuro.
