En las semanas que han pasado se ha vivido una preocupante incertidumbre en los mercados de Deuda Pública, cuyo fundamento ha sido el de siempre, por una parte situación delicada de algunos países europeos para resolver sus problemas económicos y por otra parte los inversionistas, exigiendo mas garantías lo que se reflejo en el aumento de la prima de riesgo y al final de las autoridades políticas y financieras europeas, acudieron a ayudar al país en situación critica mediante la entrega de fondos y a apoyar las medidas de los países cuestionados, en resumen se dio dinero al ya insolvente y apoyo político a las posibles futuros insolventes.
Las emisiones de Deuda Pública son un contrato, pero un contrato donde la voluntad de ambas partes es solo libre en parte y digo esto porque ni los Estados pueden dejar de salir al mercado a buscar fondos para sus gastos ni los inversores pueden darse el lujo de omitir de sus carteras las emisiones hechas por los Estados, entre otras razones por la ya dicho en otros artículos anteriores, las emisiones Deuda Pública estan garantizadas, son beneficiosas desde el punto de vista fiscal y a pesar de los pesares más segura que otras inversiones; en consecuencia las emisiones de Deuda Pública es un contrato "casi obligado" para los dos partes, los unos generan conflictos para asegurar su inversión y de paso obtener a la postre más beneficios y los emisores sufren las presuntas acciones abusivas de los otros, pero necesitan sus fondos, hay pocos contratos que se celebren con más suspicacias por ambas partes pero que a su vez los contratantes estén tan a gusto porque son conscientes que se han necesitado, se necesitan y se seguirán necesitando.
No obstante lo dicho en el anterior párrafo algo ha cambiando, tradicionalmente los Estados han tratado de solucionar las cargas que representan la devolución de los fondos recibidos, a través de conversiones, renegociaciones y otros mecanismos legales, que en muchos casos no eran más que modificaciones importantes de las condiciones de emisión pactadas inicialmente, es decir lo normal históricamente es que las dificultades surgieran en el momento del pago no de la emisión, pero ya no es así, las emisiones se están convirtiendo en el verdadero dolor de cabeza para los Estados con situaciones económicas delicadas ya que los inversionistas son mas exigentes, mas sofisticados y porque no decirlo quieren que los riesgos que asumen se paguen mejo.
Ahora bien esta situación de exigencias en los momentos de emisión han llevado a algunos Estados a comprar de forma sistemática y masiva sus propias emisiones de Deuda Pública, con los que restan el numero de títulos en circulación y limitan el poder de los inversores; este método al parecer funciona y de hecho a quienes lo han imitado con buenos resultados, ya que solo el mero anuncio de que esto se comenzaría a hacer en Europa ha calmado los mercados.
Pero la actuación comentada anteriormente tiene un matiz, Estados Unidos que es el país más destacado en la compra de las emisiones su Banco Central (la Reserva Federal) compra los títulos de su propio Estado, pero en Europa no son los Bancos Centrales nacionales los que compran las emisiones de sus Estados esto lo hace el Banco Central Europeo y esto es diferente, porque una entidad financiera de carácter público y supranacional se hace cargo de apoyar expresamente las emisiones de los países miembros de una organización internacional y en consecuencia garantiza de la calidad de emisiones hechas por países que pertenecen a una misma organización internacional la Unión Europea pero con situaciones económicas y financieras muy distintas.
Como todos sabemos esta actitud de Banco Central Europeo, calmo a los mercados, por el momento.
Y cabe preguntarse ¿porque hay Estados que emiten Deuda Pública que en algunos casos ya no pueden garantizar sin ayuda externa, llámese préstamos del FMI, Planes de Rescate de la Unión Europea o compra de emisiones por parte del Banco Central Europeo?, cuando los mercados llegan casi a obligar a un Estado a acudir de forma urgente a la ayuda exterior no para pagar, sino para emitir Deuda Pública es que, las garantías que ofrecen son más que insuficientes y queda cuestionada su capacidad como emisor.
Ya son los dos países europeos obligados por los inversores a pedir ayuda urgente y hay varios, que han podido seguir emitiendo en condiciones normales después del apoyo financiero y político de la Unión Europea, en realidad las cosas están cambiando tanto que pensamos que se debe trabajar en un futuro marco jurídico para las emisiones de Deuda Pública por parte de la Unión Europea con exclusión de emisiones nacionales, la existencia de una moneda común facilita las cosas las además se controlaría de forma más la capacidad de endeudamiento de cada país.
Serian un cambio normativo de mucho calado tanto a nivel europeo como a nivel nacional que conllevaría entre otras cosas modificaciones en los textos constitucionales de algunos países, es un reto importante pero me permito opinar que ineludible.