El Fondo Europeo de Adaptación a la Globalización (FEAG) se ha establecido para proporcionar ayuda a los trabajadores afectados por los despidos masivos como consecuencia de cambios estructurales importantes en patrones del comercio mundial. El FEAG es un instrumento financiero específico que los asiste para su recolocación en el mercado laboral. En esta nota son analizadas las actividades de FEAG en sus dos primeros dos años.
La irrupción en el mercado mundial de nuevas potencias como Japón, China y la India, pone a prueba, ahora más que nunca, a la economía europea, tanto en términos de intercambios comerciales como de inversiones, de costes de producción, de tecnología y de energía, y también en desarrollo de capital humano. Las estructuras del mercado europeo están experimentando cambios asociados, en parte, al incremento de las importaciones procedentes de potencias emergentes, a la disminución de su cuota de participación en algunos sectores (automoción, textil y telefonía móvil), y al traslado de la producción hacia terceros países. En ocasiones, la imposibilidad de algunas empresas europeas de adaptarse a estos cambios conlleva la adopción de despidos masivos.
El 1 de enero de 2007 comenzó a funcionar el Fondo Europeo de Adaptación a la Globalización (FEAG) con el objetivo de cofinanciar el coste de las políticas activas de empleo que los Estados miembros pongan en marcha para la recolocación de los trabajadores afectados por estos despidos masivos. El FEAG, que inicialmente estará operativo hasta el 31 de diciembre de 2013, cuenta con un presupuesto de 500 millones de euros al año y puede subvencionar hasta el 50 por 100 del coste de estas políticas activas (no pasivas). Concretamente, la asistencia en la búsqueda de un empleo, orientación profesional, formación y reciclaje profesional, incluida la promoción del espíritu empresarial, la asistencia con vistas al establecimiento por cuenta propia, y también medidas orientadas a la recolocación de trabajadores con discapacidad o de más edad.
Tal como muestra el cuadro-resumen que se recoge a continuación, durante sus dos primeros años de funcionamiento:
- Han solicitado ayudas al FEAG ocho Estados miembros: Alemania, España, Finlandia, Francia, Italia, Lituania, Malta y Portugal. Italia ha presentado un total de cuatro solicitudes (Regiones de Cerdeña, Piamonte, Lombardía y Toscana), seguida de Francia, con dos, y el resto de Estados una. España presentó una solicitud en el año 2007, que fue retirada y presentada de nuevo en 2008.
- Ninguna de las doce solicitudes presentadas hasta la fecha ha sido rechazada, ni por incumplimiento de los criterios de elegibilidad ni por falta de presupuesto suficiente. El FEAG recibió diez solicitudes durante el año 2007: una fue retirada, cuatro aprobadas en el mismo año y las cinco restantes concedidas en 2008. Durante el año 2008 el FEAG ha recibido tres solicitudes, que ya han sido resueltas favorablemente antes de finalizar el año.
- Los sectores afectados por los despidos masivos han sido la automoción, la telefonía móvil y la industria textil-confección.
- El número total de trabajadores beneficiarios de las políticas activas cofinanciadas por el FEAG asciende a 15970. De las cuatro ayudas concedidas por el FEAG en el año 2007 se beneficiaron un total de 5113 trabajadores de Francia, Alemania y Finlandia. De las ocho ayudas concedidas en 2008 se han beneficiado 10857 trabajadores, repartidos entre Italia, Malta, España, Portugal y Lituania. Puede afirmarse, por tanto, que el FEAG contribuye a la creación de empleo, la formación y las oportunidades para los trabajadores de la Unión Europea afectados por despidos masivos.
- El importe de las ayudas concedidas por el FEAG alcanzó durante el año 2007 los 18.610.968 €, que supone un 3,7 % del presupuesto anual disponible. En el año 2008, el gasto se ha elevado a 49.035.729 €, lo cual representa el 9,8 % del presupuesto anual. Aunque en los dos primeros años de funcionamiento el FEAG no ha agotado su presupuesto anual máximo de 500 millones de euros, el objetivo tampoco es gastarlo sino que constituye más bien una reserva presupuestaria. Además, durante 2007 y 2008 la coyuntura económica no ha sido tan desfavorable como la que pronostican para los tiempos venideros los expertos en finanzas, lo cual hace pensar que probablemente el número de solicitudes aumentara en los próximos años y que la reserva del FEAG disminuirá.
Aunque el impacto del FEAG en sus dos primeros años de funcionamiento ha sido positivo, el pasado verano la Comisión Europea llamaba la atención sobre algunos cambios que sería conveniente introducir para aprovechar su potencial al máximo. Así, apuntaba la necesidad de cubrir despidos que no sean consecuencia directa de los cambios en los patrones del comercio, ampliar el alcance del FEAG a situaciones de despido de menor envergadura (despidos no masivos), prolongar la duración de la ayuda del FEAG, así como simplificar los procedimientos, fomentar el intercambio de buenas prácticas e intensificar las acciones de sensibilización con respecto al FEAG.