La sentencia que es aquí objeto de comentario es la más reciente (sin perjuicio de que haya de haber otras ulteriormente, por lo que se verá más adelante) en el marco del Expediente de Despido colectivo de extinción que se desarrolló a principios de 2013, y que afectaba a un número relevante de la plantilla (hasta 4500 trabajadores) de una conocida entidad bancaria.
Se trata, de un modo más concreto, de la Sentencia número 219/2016 (RJ 2016994), de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo, que resuelve el recurso de casación para unificación de doctrina (recurso 2507, 2014, en adelante Sentencia de Casación), frente a la sentencia dictada por la Sala de lo Social (sección 2.a) del Tribunal Superior de Justicia de Madrid de 9 de abril de 2014 (PROV 2014133911) (recurso 1905, 2013-s, Sentencia de Suplicación en lo sucesivo). Como sentencia de contraste contradictoria se opuso la sentencia dictada por la Sala de lo Social (sección 1.a) del Tribunal Superior de Justicia de Madrid de 14 de febrero de 2014 (PROV 201481125) (recurso 1891, 2013, Sentencia de Contraste para la parte subsiguiente).
