Una vez concluída la carrera de derecho, muchos jóvenes juristas inician un competitivo proceso para entrar por la puerta grande de un prestigioso bufete. Los retos a los que han de hacer frente no son nada sencillos y menos en los momentos que atraviesa la economía del país.
En Cuatrecasas, por ejemplo, el departamento de recursos humanos recibió este año cerca de 2.500 currículos, de los cuales se preseleccionaron alrededor de 740, y de esos, tan sólo 100 terminaron incorporándose. La mitad, es decir un 2%, corresponden a los abogados junior que comienzan sus primeras andaduras profesionales ahora, en los meses de septiembre y octubre.
Con toda probabilidad, estos afortunados jóvenes juristas recordarán que fueron los elegidos en un año de profunda crisis económica. Frente a los desoladores titulares que anuncian por doquier despidos colectivos, congelaciones salariales, reestructuraciones de plantillas y recorte de gastos, ellos representan una imagen de frescura y de esperanza.
También son una pequeña muestra del mejor talento que hay en el mercado. Si nos remontamos a las estadísticas más recientes del Instituto Nacional de Estadística, que datan del 2007, el número total de jóvenes que terminaron sus estudios de Derecho durante ese año fue de 9.767, de los cuales tan sólo 609 consiguieron fichar por grandes bufetes, aproximadamente un 6% del total.
Aunque la crisis económica actual exacerba la competitividad, el brutal descenso demográfico la aligera. Frente al incómodo desafío que supone competir con tantos para tan pocos puestos de trabajo, a los futuros juristas les puede resultar tranquilizador saber que cada año se reduce significativamente el número de licenciados en derecho con respecto al año anterior. En el 2007 el número de licenciados experimentó una caída del 20%, con respecto al 2006, en el que se licenciaron 12.139 abogados. Pero realmente, resulta espectacular ver cómo en cuestión de casi una década el número de recién licenciados en derecho ha bajado hasta más de la mitad. Si en el año 1998, cuando terminaron sus estudios en Derecho 20.545 y el 2007, que resulta ser de un 52%.
Las caras de las nuevas incorporaciones
María del Mar Ramos, de 27 años, fichó por Cuatrecasas en abril. La joven abogada ganó en el 2005 el Premio al Mejor Proyecto Empresarial que concede cada año el Club Empresarial ICADE. Con las ayudas derivadas del Premio, montó una empresa de moda personalizada que aún sigue en pie y, según la joven, va bastante bien. Pero a pesar de su buena suerte empresarial, esta primavera, Ramos consideró que era importante iniciar sus andaduras en algún bufete de renombre. Entregó el currículum en las firmas más importantes y en poco menos de un mes ya estaba contratada. "Además de su evidente preparación, la iniciativa de venir y dejar su currículum en recepción fue determinante", dijo a este diario una de las personas del departamento de recursos humanos. Ramos se ha incorporado al departamento de mercantil, uno de los más castigados por la crisis actual, aunque, según la abogada, no es el caso de Cuatrecasas. "Nuestro departamento echa humo", aseguró.
El mismo bufete fichó a Eduardo de Nieves, de 24 años, que siente una especial vocación por el área de derecho administrativo. De Nieves tiene en común con Ramos que los dos estudiaron E3 en ICADE. Para ambos la formación alcanzada en este centro ha sido clave a la hora de encontrar trabajo, sobre todo en estos tiempos de crisis, que sin duda alguna, están afectando muy negativamente a muchos de sus compañeros. "Fuera de ICADE el ambiente está mucho peor", dijo el jurista. "Los sueldos son bajos, los contratos suelen ser de prácticas…".
La formación que se valora por los departamentos de selección cada vez depende menos del número de matrículas de honor obtenidas a lo largo de la carrera, y más de la variedad de experiencias vividas por las nuevas generaciones. "Dentro de unos estándares mínimos de excelencia profesional, cada vez valoramos más una formación integral", dijo una de las responsables del departamento de recursos humanos de Cuatrecasas.
De Nieves, por ejemplo, optó por no trabajar en los veranos de carrera y recorrerse Europa en interrail. También colaboró en la revista de ICADE y en el departamento de derecho administrativo de la universidad para realizar labores de documentación.
Estos dos candidatos avalan que la iniciativa personal, la formación integral y el desarrollo humano se convierten en las nuevas claves para triunfar en el mundo de la abogacía actual.
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