
Partiendo de un caso real (una riña que acaba en homicidio), se realizan los interrogatorios y contrainterrogatorios de todos los intervinientes en el caso (acusado, testigos, peritos, etc.) desde una perspectiva de un buen y un mal interrogatorio. Con una primera parte teórica, donde se explican las técnicas del interrogatorio, el abogado Óscar Fernández León pasa a los interrogatorios reales, y después hace un comentario de cada interrogatorio viendo dónde se acierta y dónde se falla.
‘La estrategia del abogado en juicio’ (Thomson Reuters Aranzadi) parte de un caso real. Esto da pistas de la practicidad de este nuevo libro.
¿Se puede perder un caso aparentemente con “viento a favor” por culpa de un mal interrogatorio?
Un caso “con viento a favor” puede perderse por las más variadas circunstancias, precisamente por la imprevisibilidad del juicio y de los innumerables factores que influyen en su desenlace. En el caso de la prueba testifical, si el testigo es clave, es decir, que su testimonio es vital para corroborar los presupuestos fácticos de nuestra estrategia, ciertamente un mal interrogatorio puede perjudicar nuestra defensa, hasta el punto de que sea desestimada nuestra pretensión.
¿Hacia dónde nos lleva el hilo conductor del interrogatorio?
Pues dependerá de los objetivos que se haya marcado el abogado. En el interrogatorio directo el abogado se dirigirá bien a acreditar la persona del testigo y/o su testimonio (o a ambos); durante el contrainterrogatorio, el hilo conductor se centrará en desacreditar el testigo y/o su testimonio. Precisamente, para conducirse con eficacia a través de ambas modalidades de interrogatorios y alcanzar sus objetivos disponemos de las técnicas de litigación.
¿Conviene formular preguntas abiertas o preguntas cerradas?
Depende. Si estamos realizando el interrogatorio directo es recomendable realizar preguntas abiertas que permitan que el testigo exponga su relato de los hechos de forma narrativa, si bien podrán realizarse preguntas cerradas para concretar, aclarar, matizar algún extremo de la declaración. Ojo, lo que no podemos hacer es preguntas cerradas para guiar al testigo. Por el contrario, en el contrainterrogatorio, lo más recomendable es emplear preguntas con un formato cerrado, ya que lo que pretendemos es hacer un test de veracidad respecto a lo declarado durante el interrogatorio directo. No obstante, durante el contrainterrogatorio pueden realizarse preguntas abiertas en zonas de seguridad, es decir, en aquellos casos en los que preveamos que la respuesta no perjudique a nuestros objetivos.
¿Cómo ha de prepararse el interrogatorio con el testigo?
El éxito de la declaración del testigo propuesto por nuestra parte radica en gran medida en una buena preparación ética del interrogatorio, que respete las reglas de juego del proceso y, por supuesto, la integridad del testimonio de aquél. Dicho de otra forma, la preparación del interrogatorio con el testigo excluye el adoctrinamiento, la predeterminación de su declaración o cualquier sugerencia que limite o tergiverse la narración de los hechos que conoce. Dentro de ese marco ético, a través de la preparación el abogado conseguirá diversos objetivos:
- Planteará un interrogatorio más eficaz.
- Familiarizará al testigo con todos los aspectos relacionados con su intervención en juicio.
- Facilitará el desarrollo del proceso sin incidentes, colaborando en la fluidez del mismo.
¿Pesa más el interrogatorio o el contrainterrogatorio?
Dada la influencia de las películas del género judicial, parece que el contrainterrogatorio tiene más peso, y ello se debe a que descubrir la verdad durante el contrainterrogatorio resulta muy impactante, precisamente por la hostilidad del testigo. Sin embargo, salvo en dichas películas, es muy difícil tener “un pleno” en el contrainterrogatorio. En mi opinión, donde se ganan los juicios es durante el interrogatorio directo, pues si conseguimos acreditar bien el testimonio, es decir, extraer del testigo los hechos más valiosos para nuestra defensa, habremos avanzado notablemente. Definitivamente, me inclino por el interrogatorio directo.
¿De qué manera se atrae la atención del juez durante el interrogatorio?
Cada modalidad de interrogatorio tiene sus técnicas, pero básicamente, para disponer de la atención del juez debemos de llevar el interrogatorio muy bien preparado, con sus objetivos bien definidos, y luego, en sala, emplear las técnicas que permitan alcanzar dichos objetivos: usar las preguntas adecuadas, emplear un orden cronológico o temático, procurar no leer las preguntas, ser claros y concisos al preguntar, evitar enfrentamientos innecesarios con los testigos, darle el ritmo adecuado, etc. En definitiva, de lo que se trata es que consigamos que el interrogatorio se desarrolle de forma fluida, lo que nos ayudará a conseguir la atención del juez.
Cómo interrogar al testigo que proponemos: el interrogatorio directo