¿Cómo se afronta una situación inesperada como la que ha tocado vivir debido al coronavirus? El director de IT en Roca Junyent, Carlos Luna de la Fuente, explica este desafío que, a su juicio, se ha convertido en una oportunidad para tomar impulso.
¿Estabais preparados para afrontar una situación tan disruptiva como esta?
Nadie estaba totalmente preparado para afrontar una situación así, que era poco imaginable. La mayoría de las empresas teníamos nuestros planes de continuidad, pero en pocos casos se contemplaba específicamente una situación como ésta. De todas formas, en nuestro caso, el hecho de que desde hace tiempo se hubiera apostado ya por el trabajo en movilidad, nos ha permitido afrontarla con las mayores garantías y práctica normalidad.
¿Cambiará la forma en cómo se prestan los servicios legales?
Parece seguro es que a partir de ahora la relación con los clientes va a ser más telemática y quizás menos presencial. Se incorporarán nuevos canales digitales, y nuevas herramientas que permitan un contacto más directo e inmediato con los clientes. Esta crisis ha servido para demostrar que, aunque no en exclusividad, otros modelos de relación, más digitales, son posibles, y en muchos casos más eficientes. Los clientes van a demandar su uso mucho más. Y ello nos va a exigir mayor velocidad de respuesta, equipos más ágiles, rápidos y flexibles.
¿Cuál es el mayor reto que ha derivado y derivará el teletrabajo?
Son varios. Desde un punto de vista de IT, sin duda reforzar todos los aspectos de ciberseguridad para garantizar que el teletrabajo se pueda desarrollar con las máximas garantías de seguridad. También encajar ordenadamente y consolidar todos los cambios (cultural incluido) que ha habido que afrontar y llevar a cabo, y aprovechar el impulso.
Desde un punto de vista más organizativo, seguro que habrá que ordenar y regular todo lo relativo al teletrabajo. De algún modo, definir las “nuevas reglas del juego”, para garantizar que el teletrabajo sea igual de productivo, cómodo y seguro que en la oficina.
¿Qué aprendizajes os habéis llevado de esta situación?
El principal sería que estamos preparados para otro modelo de trabajo (y quien no lo esté debe hacer los deberes rápidamente). Está claro que se pueden y deben mejorar muchas cosas, pero se ha demostrado que con las herramientas tecnológicas disponibles se puede trabajar a distancia con unas productividades notables. Aunque no debemos olvidar los muchos valores que la presencialidad aporta en el ejercicio de la abogacía. Quizás hace no demasiado tiempo esto no habría sido posible, pero la inversión que hemos venido haciendo en mejorar los sistemas, en dotarnos de herramientas para poder trabajar en remoto, para poder mantener reuniones virtuales, etc., ha quedado demostrado que tenían todo el sentido. Es algo en lo que hay que seguir trabajando, y ampliando la capacidad actual.
También ha puesto de relieve la importancia de los planes de continuidad, y la necesidad de extenderlos y mejorarlos a partir de esta experiencia.
