Pedro Regojo Balboa intervino como ponente en la mesa del sector retail en el Congreso Aranzadi de Abogados in House, celebrado en la sede de ICADE los pasados 16 y 17 de noviembre. Fue socio de Garrigues y responsable de la oficina en A Coruña desde 2015, durante diez años ostentó el cargo de Secretario del Consejo de Estrella Galicia. Pedro Regojo Balboa ha pasado a incorporarse a la compañía Corporación de Hijos de Rivera como Secretario General, con dedicación completa.
¿Está teniendo cada vez más relevancia el papel del abogado in house en las compañías en las compañías?
Si estoy donde estoy, es porque alguien entendió que el ámbito de la función legal y gobernanza tiene relevancia. Yo era socio de Garrigues y la compañía quería dar un impulso al músculo institucional y compromiso de la estrategia del negocio en un contexto cambiante e incierto. Lo que toca ahora es el reto del compromiso de la función legal participación en el comité ejecutivo, muy cerca de los equipos directivos. Nuestra función es muy transversal, no solo se responde de una manera concreta a temas legales. Esto está superado en la integración en los procesos internos. La función legal es no solo la función legal, sino el compromiso normativo que tiene un marco muy amplio.
¿Cúal es la relación de los abogados in house con los abogados externos?
Garrigues me lo ha dado todo, me he ganado la vida vendiendo servicios jurídicos y ahora, desde el otro lado de la mesa, estamos empezando a entender cómo se compran servicios legales. No es lo mismo vender servicios legales que comprarlos.
Los pilares de esta relación serían: criterios de independencia; relación basada en la confianza y un esfuerzo por parte de las organizaciones en entender muy bien lo que necesitas; colaboración permanente con despachos, marcos de colaboración, para aprender mutuamente… El abogado interno sabe mucho de su sector, estamos muy especializados. Es un aprendizaje recíproco.
¿Cómo ves e los abogados In house en el futuro
Las bolas de cristal, gracias a Dios, se han roto todas. Hay que interpretar ciertos signos que nos ayuden a tomar decisiones en el presente y que hagan más fácil que las cosas evolucionen adecuadamente. Existen tres claves. Por un lado, que la función legal no es un silo, no es un ámbito cerrado. Hay que superar esta idea porque hay que tener un conocimiento muy transversal. El back office, las funciones de supervisión y los líderes de negocio deben tener ámbitos de diálogo. Por otro lado, la visión de proceso, ya que los modelos integrales que soportan las decisiones y modelos empresariales tienen que integrar los grupos y ámbitos en la toma de decisiones. Se puede y se quiere tomar la decisión. En un primer momento está el proceso de ignición, vamos a hacer esto. Luego están los ámbitos más técnicos, donde estamos nosotros, que dicen si se puede hacer esto. Y, por último, la función ejecutiva que decide si conviene y es oportuno. Los servicios jurídicos no pueden ser los últimos en enterarse de las decisiones. La tercera y última clave es automatizar la administración legal de las asesorías jurídicas de las empresas. Las IAs y otros procesos de consultoría legal. Gestión legal eficiente desde la digitalización, y la incorporación sana, serena y segura de la IA. Somos los guardianes de la seguridad jurídica y del criterio, pero hay que automatizar la documentación, integridad de los documentos, procesos administrativos, procesos contractuales, la privacidad. Necesitamos abogados ingenieros-ingenieros abogados digitales y modernos. Debemos dejar que la gente joven venga, nos ayude en el impulso.
¿Qué destacaría del Congreso Aranzadi In House, en el que intervino como ponente?
La idea de plantear un foro donde se den cita los abogados in house es muy interesante. Plantearía tratar en el futuro el tema deontológico del abogado interno. Y, como conclusión, me quedo con el impulso de PAR, par de fuerza, citado por Julio Lage en la apertura del congreso, desde una visión empresarial, de protección, anticipación y resolución. Nuestro presidente es un gran evangelizador de esta idea: no queremos ser la cerveza más vendida, sino lo más amada. Soñamos con la idea de dar un mensaje de autenticidad, confianza y compromiso con la calidad y la verdad.
