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26/04/2024. 22:43:12

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Luis Martí Mingarro

«El abogado ha de ser un ejemplo de calidad intelectual y moral»

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"Los nuevos abogados nacen a la profesión con la revolución tecnológica en la mochila" "El abogado ha de ser libre e independiente"

“No tengo una bola de cristal para saber qué me va a deparar el futuro” nos dice el Ex Decano del Colegio de Abogados de Madrid, Luis Martí Mingarro. Es, sin lugar a dudas, uno de nuestros juristas de mayor prestigio internacional.

Luis Martí Mingarro

Catedrático excedente de Hacienda y Contabilidad Pública, académico de número de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación y Doctor Honoris Causa de la Universidad Complutense de Madrid, Martí Mingarro es, además, Presidente de la Unión Iberoamericana de Colegios y Agrupaciones de Abogados, Miembro de la Academia Tiberina (Roma), Miembro Honorario del Colegio de Abogados de Lima (1995) y se encuentra en posesión de numerosas condecoraciones españolas y extranjeras. Con el término de su gestión al frente del ICAM, se cierra un ciclo histórico. Cordialmente, nos muestra sus puntos de vista sobre tópicos de gran actualidad para la abogacía española.

Al margen de cómo lo recuerden, ¿cómo le gustaría a usted ser recordado?

Por los míos, los más cercanos, con el amor que yo les profeso. Por quienes me hayan conocido en mi proyección profesional o pública, como una persona de bien.

 

¿Cuál es el futuro, el reto de la abogacía española? ¿Estamos preparados para competir globalmente?

Los abogados hemos de afrontar un reto constante: ser buenos abogados, merecer la confianza de nuestros clientes. Ese reto es personal, y el reto de la abogacía institucional es hacer todo lo posible para que la suma de los esfuerzos de cada abogado constituya un ejemplo para todos. Ejemplo de calidad intelectual y moral.

Cuando se avizoraba el ingreso de España en Europa muchos vaticinaban la derrota de los abogados españoles en la lucha competitiva con los del resto de la avanzada Europa.

No se cumplieron aquellos vaticinios pesimistas, y la respuesta de los abogados españoles a esa competencia ha sido como debe ser: competir en calidad, cuidar la prestación de los servicios y estar en ese difícil "mercado" con convicción y con espíritu de lucha. Siempre dije que una abogacía que había asumido brillantemente el rápido vuelco de todo el ordenamiento jurídico español generado por la promulgación de la Constitución acreditaba nuestra capacidad de permanente puesta al día. Sobre todo, si la puesta al día es como juristas en el camino hacia la libertad.

 

¿Lideramos la abogacía en castellano? ¿O estamos perdiendo terreno ante los despachos latinoamericanos que se unen con los de Estados Unidos?

Ostentamos desde luego un liderazgo natural, que sólo puede ser real y efectivo si se ejerce con modestia, con cuidado, convencidos de que sólo somos uno más entre los países de habla castellana. Es la manera de aportar nuestra experiencia en el desarrollo del ordenamiento jurídico y de las libertades al conjunto de países que quieren estar en esa "lucha por el derecho". Por el Estado de Derecho.

Los despachos latinoamericanos que se unen con los de Estados Unidos forman una red, que no es otra cosa que la manera de prestar servicios de abogacía tal como son demandados en un mundo globalizado. La preeminencia, que comparte también con los bufetes españoles allí establecidos,  que pueda esto dar en el mercado no significa por sí misma liderazgo. El liderazgo en la abogacía comporta abanderar la autoexigencia de nuestra profesión en cuanto a preparación, formación y calidad moral. Todo eso hay que gestarlo con un esfuerzo diario y sin desfallecimientos.

 

¿Cómo es el abogado español? ¿Tiene un perfil determinado?

El abogado español se ha formado y se forma en la tradición de un fuerte compromiso con el derecho de defensa, germinado en los difíciles tiempos de la lucha por la libertad. Es una característica que no deberíamos perder sólo por el hecho de que las libertades ya estén proclamadas: nuestra tarea es conseguir que sean reales y efectivas cada día, en toda oportunidad, en toda ocasión.

Lo que acabo de decir confiere ya un perfil determinado a los abogados españoles. También hay muchas cosas en las que mejorar. Las nuevas promociones tienen ya superadas las barreras de los idiomas -que tanto habían limitado la proyección exterior de nuestro tiempo-, y nacen a la profesión con la revolución tecnológica en la mochila. Sólo falta que conserven, pongan al día y mejoren el espíritu de entrega y sacrificio que movió a nuestras generaciones.

 

¿Qué reformas le hubiese gustado llevar a cabo durante su gestión y no pudo realizar? Para usted, ¿Cuáles son sus logros más importantes?

Es conocido que la puesta al día de la justicia es una tarea siempre pendiente. En España hay una percepción pública, que creo injusta, sobre la independencia del poder judicial. Hay que erradicar esa percepción y ello sólo se conseguirá corrigiendo las disfunciones que, especialmente en las cúpulas institucionales de la justicia, distorsionan la legítima confianza que los ciudadanos tienen en los muchos miles de jueces, abogados, fiscales, secretarios y funcionarios que se merecen, por su actuación, la confianza de todos. Algo estaremos haciendo mal para que lo que muchos hacemos bien parezca que se hace mal en general. Me habría gustado en estos años tener la oportunidad de ayudar en esa tarea.

Si se me pregunta por los logros de mi época de Decano diré que hemos llevado a cabo la gestión profesional de la Corporación y se ha puesto al día el Estatuto Colegial, y hemos promovido e impulsado la Ley de Acceso (ser abogado es algo más que ser licenciado en derecho); la Ley de Sociedades Profesionales (ejercer en grupo no cambia la naturaleza de la función de abogar) y la Relación Laboral Especial (estar en una estructura de corte empresarial no debe restar libertad e independencia al abogado). Hemos dado una dimensión excepcional a la función social de la abogacía para hacer efectivo el Derecho de Defensa respecto a tantos y tantos colectivos de riesgo en la sociedad de hoy. Es esta una tarea esencial para conseguir la igualdad ante la Ley de los desfavorecidos o de los discriminados.

 

El derecho ¿se escribe en inglés? ¿hay una americanización del derecho a nivel mundial?

Es natural que el liderazgo norteamericano haga que el derecho que nace en este tiempo tenga la impronta de quien está en una posición de primacía de poder político o económico. Las instituciones jurídicas que están naciendo, nacen en inglés, y responden a los requerimientos del funcionamiento social y económico de nuestro tiempo … gran parte del cual  y no la menos importante se escribe, se habla y hasta se difunde y se canta en inglés.

La globalización tiene el soporte de unos extraordinarios y eficientes medios de conocimiento e intercomunicación, que son instantáneos. Los contenidos que así se difunden se globalizan y en todo ello, también en el derecho, hay una impronta del país dominante. Todo eso resalta la necesidad de que desde otras culturas defendamos lo que de permanente tuvieron las aportaciones del pasado y no perdamos nunca de vista a la persona y a su proclamada dignidad para evitar que quede arrollada por la apisonadora de lo global.

 

Se habla de un decanato histórico. Lo cierto es que, con usted, el Colegio de Abogados de Madrid ha vuelto a ser mencionado en América Latina ¿triunfaremos al internacionalizar nuestras instituciones jurídicas? ¿o, más bien, nuestra esfera de influencia tiende a reducirse?

Quince años contando con la confianza de mis compañeros ostentando el decanato de Madrid son, sin duda, un trocito de la historia de nuestra profesión. Lo que haya habido de bueno en el desarrollo de tan enaltecedora función se debe a quienes han aportado a este periodo su ilusión y su trabajo. Mi tarea ha sido la de empuñar el timón en una singladura en la que el impulso y la buena dirección del viento los han puesto los abogados, con su esfuerzo, con su trabajo diario, con la vocación social que nuestro tiempo impone.

El Colegio de Abogados de Madrid ya existía desde fines del siglo XVI. El Colegio de Méjico cumplirá 250 años y 200 ha cumplido ya el de Lima. Madrid es la sede de la Unión Iberoamericana de Colegios de Abogados y se ha constituido en la casa en Europa de los abogados de Iberoamérica. La tarea a realizar en continuo es la de promover la puesta al día de nuestras instituciones jurídicas. Ello comporta asumir con cuidadosa firmeza lo novedoso y consolidar la calidad de nuestra oferta de servicios. Sólo así será posible que la comunidad iberoamericana cuente en el mundo jurídico.

 

¿Qué consejo le daría a los abogados españoles? ¿y a los políticos, a los que hacen las leyes?

Si alguien me pidiera consejo no podría hacer otra cosa que transmitirle lealmente mi experiencia para que él tomara de ese mensaje lo que mejor le cuadre. Yo lo tengo claro: el abogado ha de ser libre e independiente y eso es difícil y costoso en el día a día. Sin que en tales principios pueda haber desfallecimiento.

La política es un arte difícil, mucho más en democracia. Quienes sirven en la política no siempre recuerdan que han recibido el poder de dictar leyes para ordenar la convivencia y servir a la ciudadanía; y no sólo para permanecer en el poder, que es un objetivo lícito pero no es el objetivo primario. Uno de los frutos más preciados de la democracia es la posibilidad del relevo de los gobernantes a través de las urnas. Hay quienes se olvidan de esto.

 

¿La política se inmiscuye en los terrenos del Derecho? ¿Hay que convivir con ello?

El derecho es una fantástica creación civilizadora que comporta, esencialmente, la existencia de unos principios y de unos medios formales y técnicos para que los conflictos de una sociedad viva se resuelvan desde la renuncia a la violencia. Desde la política se olvida a veces que unos de los ingredientes fundamentales, uno de los más difícilmente conquistados, es la división de poderes. Pero la justicia es un fruto apetitoso que todos quieren hacer suya. Será para obtener los favores de quien no debe hacerlos.

 

¿Qué le deja el Colegio de Abogados? ¿Asumiría nuevamente una responsabilidad institucional en España? ¿Qué proyectos tiene para el futuro?

Una experiencia excepcional. Una oportunidad de oro para hacer algo por los demás, recibiendo el enaltecedor mandato de mis propios compañeros. Espero no haber defraudado la confianza de una Institución multisecular cuyos miembros la depositaron en mí durante quince años.

No tengo una bola de cristal para saber qué me va a deparar el futuro. Miro a mi alrededor y veo a los míos, a los más cercanos, satisfechos de verme concentrado con serenidad y dedicación en las cosas que amo. Nunca eludiré mi vocación de compromiso.

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