Cristina Porres lidera el departamento de Inversión y Banca Privada de Mazars Tax & Legal. Anteriormente, era la directora de la asesoría jurídica de Banca Privada y Servicios de Inversión de Banco Santander, donde desarrolló gran parte de su carrera en diferentes cargos de responsabilidad dentro del Grupo. Cristina es licenciada en Derecho por la Universidad de Extremadura y dispone de una dilatada experiencia en el asesoramiento jurídico relacionado con la organización y gestión patrimonial, las operaciones de inversión y otras transacciones. Además de su experiencia, acumula también una importante actividad docente, tanto como profesora en el ámbito mercantil en distintas universidades (Universidad de Complutense, Universidad de Alcalá de Henares, Universidad de Castilla-La Mancha…), como colaboradora permanente en la Revista Jurídica Derecho de Sociedades (Thomson Reuters Aranzadi).
1. ¿Qué le llevó a aceptar el reto de liderar el departamento de Inversión y Banca Privada de Mazars?
La posibilidad de asumir un enfoque más global en el servicio de asesoramiento legal en el mundo de la inversión. La actividad inversora es expansiva y abarca una pluralidad de agentes; la propia estructura del mercado y las entidades participantes en el mismo y los distintos inversores, institucionales, profesionales y minoristas actúan bajo un marco jurídico riguroso soportado necesariamente en plataformas tecnológicas. Pero ese marco jurídico está en constante desarrollo y bajo una pluralidad de normas y recomendaciones de los supervisores nacionales y europeos encaminadas a mejorar el funcionamiento del mercado, hecho que demanda expertos que puedan asumir su prevención, implantación y seguimiento. Y, sinceramente, creo que una firma como Mazars está claramente consolidada para prestar esos servicios, por lo que la oferta colmaba mis expectativas de seguir profundizando en una materia que me resulta apasionante.
2. Su incorporación se enmarca en el plan de crecimiento de los servicios legales de la firma. Detállenos los cuatro pilares de la hoja de ruta que se ha marcado en su nuevo desempeño profesional
Los pilares están claros. Poder ampliar el público de nuestros servicios, tanto para los inversores como para los emisores y gestores de productos y servicios de inversión; alentar desde nuestra función asesora la inversión responsable y sostenible en la creación de producto financiero y en la prestación de los servicios y actividades de inversión; que nuestros servicios alcancen el exigido nivel de satisfacción que se demanda por los grandes patrimonios en la banca privada, ofreciendo un enfoque personalizado y con una atención preferencial; y mantener a Mazars como firma de referencia con grandes profesionales, también en banca privada y servicios de inversión.
Se trata de seguir dando una respuesta más ventajosa y ajustada a la creciente demanda del sector inversor y de la banca privada, con soluciones multidisciplinares, en las que las implicaciones fiscales, societarias, familiares y sucesorias conforman un mejor servicio.
3. ¿En qué se diferencian las responsabilidades de desempeñar su trabajo en una Asesoría jurídica como la de Santander de su nuevo rol en una prestigiosa firma?
Las responsabilidades propias de la dirección son las mismas en cuanto a la toma de decisiones, gestión de equipos, búsqueda de talento y formación constante, así como la defensa de los valores propios de cada una y la vocación de servicio a los clientes.
En una organización como el Banco Santander, la función de la Asesoría Jurídica se integra de un componente primario y principal en la atención del cliente interno, tanto para la red de oficinas como respecto de los servicios centrales con una esencial involucración en los proyectos regulatorios y de pronta adaptación a las líneas de actuación que los reguladores exigen al sistema financiero para el lanzamiento de productos y servicios, y en la colocación, comercialización y distribución, con especial foco en los canales de contratación, y en el cumplimiento de sus políticas y de las normas de conducta, en tanto que participante de los mercados financieros e intermediario y custodio del patrimonio de sus clientes.
En Mazars, el análisis, la información, el asesoramiento legal y la defensa e intervención en conflictos jurídicos se presta a clientes externos bajo el sometimiento a los principios éticos y deontológicos en la práctica de la profesión, que son los que presiden las relaciones del abogado y su cliente. Por tanto, la función a desempeñar es distinta y debe alinearse con la actividad y finalidad perseguidas.
4. Mazars ha participado recientemente en importantes operaciones mercantiles. ¿Qué cree que puede aportar en este ámbito?
Conozco las últimas operaciones en las que Mazars ha participado, con muy buenos resultados, y las he celebrado oportunamente. Mi aportación vendrá dada por el conocimiento de la actividad bancaria, financiera, crediticia, contractual o societaria, dependiendo de los agentes involucrados y de las disciplinas que confluyan en la operación. En cada transacción o actividad negocial o corporativa juegan muchas variantes, y todas ellas separada o conjuntamente producen o deben producir determinados efectos que pueden resultar convenientes o que por el riesgo que generen han de excluirse de la ecuación para obtener un resultado óptimo atendido el interés del cliente.
5. La firma es un referente en el sector jurídico en materia de transformación digital que acaba de incorporar Aranzadi Fusión como software de gestión para el Área Procesal. ¿En qué medida ha cambiado y cambiará la tecnología los servicios jurídicos?
Vivimos unos tiempos en los que tanto las asesorías jurídicas internas como los despachos de abogados estamos inmersos en una carrera en la transformación digital, así como en el desarrollo o incorporación de herramientas legaltech. La innovación es un reto al que no escapa el sector de los servicios jurídicos, existiendo una brecha, cada vez más pronunciada, entre las firmas que invierten y las que no. Definitivamente, el uso de la tecnología no solo va a tener, sino que ya tiene un papel relevante en la prestación de servicios jurídicos, mediante la creación de entornos colaborativos, la incorporación eficiente de procesos de legal project management, el análisis de datos, la gestión del conocimiento o la implantación de herramientas basadas en la inteligencia artificial. ■
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