
Desde los albores de la historia legal hasta nuestros días, las mujeres han desempeñado un papel fundamental en la profesión jurídica, desafiando obstáculos, superando prejuicios y dejando una huella imborrable en el campo del Derecho. En el Día Internacional de la Mujer, es oportuno reflexionar sobre el legado de las abogadas pioneras que allanaron el camino para las generaciones futuras, así como celebrar el importante papel que las mujeres abogadas desempeñan en la actualidad, que profundizamos en este artículo.
Las precursoras
En los anales de la abogacía española, destacan figuras que desafiaron las convenciones de su tiempo, abriendo camino antes que nadie. Estas precursoras, valientes y visionarias, lo dieron todo en su búsqueda de la igualdad y la justicia.
María de la Ascensión Chirivella Marín
El 12 de enero de 1922, en una sesión que marcaría un hito, el Colegio de Abogados de Valencia rompió barreras al aprobar la solicitud de incorporación de María de la Ascensión Chirivella Marín. Este evento marcó un hito significativo al hacer de Chirivella la primera mujer en España en ser admitida en las listas colegiales de abogados. Aunque mucha cree, erróneamente, que la primera fue Victoria Kent, de quien hablamos a continuación.
Victoria Kent
A comienzos del siglo XX las mujeres tenían una limitada participación en la vida pública. Pese a ello, Victoria Kent desafiaba las convenciones al comenzar sus estudios de derecho en la Universidad de Madrid, convirtiéndose en la primera mujer admitida en el Colegio de Abogados de Madrid en 1924. De ahí el error de creer que fue la primera en España. A pesar de sus convicciones democráticas y feministas, Kent generó controversia al oponerse al sufragio femenino, argumentando que temía su posible orientación conservadora en el ejercicio de ese derecho. Esta postura la enfrentó públicamente con otra destacada defensora de los derechos de las mujeres en las Cortes republicanas, Clara Campoamor.
Clara Campoamor
En 1924, Clara Campoamor se graduó en la Universidad de Madrid y se convirtió en la segunda mujer en colegiarse en el colegio de abogados de dicha ciudad. Con la llegada de la Segunda República en 1931, fue elegida como diputada por Madrid en las listas del Partido Radical. Desempeñó un papel decisivo en la Comisión constitucional, donde destacó en el debate que llevó a la aprobación del artículo 36, el cual reconocía por primera vez el derecho de voto para las mujeres.
Estas pioneras, cuyo legado perdura en la actualidad, no pudieron prever el impacto profundo que tendrían en la conformación del feminismo en el mundo jurídico. Esto no significa, sin más, una igualdad o asimilación a los estándares masculinos. Va más allá: se trata de buscar constantemente nuevas vías para proteger y promover los derechos de todas las mujeres.
Avances logrados en la profesión
Las barreras que tenían las mujeres en su camino hacia la abogacía no se limitaban simplemente a los desafíos relacionados con la colegiación como abogadas. Antes de eso, muchas se veían impedidas de acceder a la universidad, lo que les cerraba las puertas para ejercer. Como resultado, la representación de mujeres en la abogacía era prácticamente nula, reflejando las limitaciones impuestas por las normas sociales de la época.
La situación ha experimentado un cambio significativo. En la actualidad, la presencia de mujeres en las universidades ya no es un acontecimiento extraordinario, sino más bien una norma generalizada. De hecho, en muchas carreras, la representación femenina supera a la masculina. Este cambio se evidencia de manera especialmente palpable en el caso del Grado de Derecho.
Este cambio de paradigma tiene implicaciones significativas para la profesión jurídica en su conjunto. Con una mayor representación de mujeres en la Universidad, consecuentemente ya hay más presencia femenina en la abogacía, pero también en las instituciones, el servicio público y la esfera académica.
Logrando visibilidad
En la práctica jurídica, se han evidenciado avances notables en la inclusión y liderazgo de mujeres. En diversas áreas es posible observar la presencia destacada de profesionales femeninas ocupando roles importantes. En instituciones europeas, en organizaciones no gubernamentales, en gobiernos nacionales, en el mundo académico, en la empresa e incluso en la magistratura. Sin embargo, todavía queda mucho camino por recorrer, en aras de lograr una igualdad real.
Perspectivas y oportunidades
Así pues, a pesar del progreso alcanzado, aún hay retos en cuanto a la igualdad de género. En los bufetes de abogados, las mujeres han logrado acceder a puestos como socias o directivas; sin embargo, aún tienen barreras para alcanzar una representación equitativa en comparación con sus colegas masculinos. Esto se refleja en la brecha salarial y en la falta de acceso a oportunidades de desarrollo profesional y ascenso. A pesar de los esfuerzos por promover la diversidad y la inclusión en estas organizaciones, las mujeres continúan luchando contra estereotipos arraigados y sesgos de género que obstaculizan su progreso.
En el ámbito gubernamental, las mujeres juristas ocupan puestos en la primera fila política. Pero persisten obstáculos sistémicos que dificultan el acceso de las mujeres a posiciones de liderazgo en el sistema judicial y otros órganos. La discriminación de género, tanto explícita como implícita, sigue siendo un problema arraigado que socava los esfuerzos por lograr una verdadera igualdad de oportunidades en el sector público. O en el sector corporativo, donde las barreras invisibles, como el techo de cristal y la falta de redes de apoyo, dificultan el avance profesional de las mujeres.
En resumen, aunque las abogadas y juristas han logrado avances significativos en diversas áreas, queda aún un largo camino por recorrer para lograr la plena igualdad de género. Entre todos, debemos abordar las barreras sistémicas y culturales que obstaculizan el progreso de las mujeres en la profesión legal y trabajar hacia un futuro en el que todas las personas, independientemente de su género, tengan igualdad de oportunidades y acceso a la justicia. En Despacho Toro estamos comprometidos con ello.

