El ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, ha considerado que «no existe caos ni existe colapso» en la Justicia española «en absoluto», pese a lo expresado por «la opinión publicada», sino que hay un «retraso endémico y crónico» con un «deficiente ritmo» de administración «no deseable ni exigible».
"La situación general es suficientemente grave como para
agravarla con más semántica", ha dicho Bermejo al impartir en Toledo la
conferencia "Presente y futuro de la Justicia" tras recordar que caos
significa ausencia absoluta de orden y que un colapso es una paralización de
los ritmos.
Bermejo ha admitido que "en momentos puntuales" hay órganos
judiciales concretos que entran en colapso, además de reconocer que "la
Justicia española responde con un grado de eficacia manifiestamente
mejorable" y añadir: "existe una situación generalizada de lentitud
que no queremos tolerar".
No obstante, ha lamentado que "la opinión publicada" de forma
"repentina" apunte al caos y al colapso, lo que "no coincide con
la realidad".
Bermejo ha indicado que casos con "fallos importantes" como el de la
muerte de la niña onubense Mari Luz Cortés han contribuido al actual debate
sobre el estado de la Justicia.
También se ha referido al crimen machista de Alovera en el que un militar
asesinó a su ex mujer y a su pareja, pero Bermejo ha dicho que éste tiene un
cariz diferente, porque es de aquéllos en los que los administradores de
justicia de guardia tienen dificultad en detectar riesgos evidentes al
encontrarse con una información escasa, urgente y sin contrastar.
Así, recordó que la mujer asesinada en Alovera en 2005 advirtió de que su
marido en 2003 le empujó, para evitar una declaración de abandono de hogar y
sin siquiera efectuar denuncia.
Según el ministro, con esos "mimbres" no se puede pedir a los
responsables judiciales de guardia que sean "adivinos" para decidir
cuándo el riesgo es grande para dictar limitaciones de la libertad.
En la conferencia, primera del ciclo "Hablando de justicia" que
organiza la Junta de Castilla-La Mancha, Bermejo ha hecho hincapié en el
desarrollo telemático para la modernización judicial.
El ministro ha recordado el "crecimiento exponencial" de la demanda
en Justicia desde la entrada en vigor de la Constitución y ha subrayado que
para corregir "el retraso, la endemia y la cronicidad" el Gobierno
tiene "voluntad política" y desea "el mayor consenso
posible".
Entre otros aspectos, además de un incremento de la informatización judicial,
Bermejo ha defendido la reforma de leyes procesales con el objetivo de
delimitar las funciones jurisdiccionales y organizativas de los jueces, así
como la comarcalización de los juzgados de violencia.
También un modelo complementario de acceso a las escuelas judiciales, que,
garantizando "el mérito y la capacidad" al igual que las oposiciones,
permita que los mejores expedientes académicos puedan hacer máster "con
exámenes de verdad" y tengan jurisdicción limitada en los primeros años de
su carrera.
Otro compromiso resaltado por Bermejo ha sido que "en dos años esté en
marcha" un registro centralizado para todas las administraciones, tanto de
ámbito territorial como por materia, que pueda sustituir a los registros
civiles.
Asimismo, ha señalado que el Gobierno presentará una nueva iniciativa para una
ley de jurisdicción voluntaria, pero sin ese "contradictorio" nombre,
cuyo proyecto fue retirado de su tramitación en el Senado en octubre.