El magistrado José Ramón Chaves y el abogado Juan Manuel del Valle colgaron el cartel de no hay billetes en la presentación de su libro Abogados al borde de un ataque de ética, celebrada el pasado viernes 12 de diciembre en la Librería Civitas. El acto, como el propio libro que ha sido publicado por el sello editorial Aranzadi de Thomson Reuters, estuvo plagado de humor y de anécdotas, y fue dirigido por Ana Caro Muñoz, coordinadora de proyectos de la Universidad Autónoma de Madrid.
Abogados al borde de un ataque de ética acerca a los lectores cuestiones que han de tenerse presentes a la hora de ejercer la profesión de abogado, pero que hasta ahora no estaban en los libros. Combinando el tono de humor y el tono serio, la obra se sumerge en los secretos y habilidades de la profesión, los tipos de clientes, las estrategias en tiempos de crisis, los laberintos procesales o las grandezas y miserias de los pleitos.
En el acto de presentación, junto a los autores, también intervinieron los abogados Marcos García-Montes y Javier Muñoz Pereira, y el catedrático de Derecho Administrativo Juan Mestre Delgado.
Marcos García Montes abrió el turno de intervenciones y recordó que "la ética debería pasar por una serie de condicionantes", que impedirían determinadas situaciones que chocan. Entre ellas, "que una cátedra de Derecho Procesal o Penal tenga a jueces de la Audiencia Nacional", o que "muchos señores pongan en sus tarjetas ex fiscal, ex juez de la Audiencia Nacional". "No señor, usted ponga abogado", sentenció.
En palabras de Juan Mestre Delgado, "la íntima relación entre la ética y nuestra profesión no se explica en la facultad" y, sin embargo, "esa vertiente ética junto a la vocación son imprescindibles para poder ejercer bien la Abogacía". Por ello, Mestre añadió que la lectura de este libro supone una buena oportunidad para reflexionar sobre estas cuestiones.
Antes de dar la palabra a los autores, Javier Muñoz Pereira adelantó que la obra está ya triunfando merecidamente, con la primera edición agotada, y Ana Caro Muñoz puso en valor la profesionalidad de los autores y la amistad que a ellos les une.
Juan Manuel del Valle fue el primero de los autores en intervenir. En su alocución, explicó que la obra "no solo habla de abogados desde el punto de vista de la ética que tiene que haber en el ejercicio de la profesión", porque de ese tipo de obras "hay muchas en la historia, desde el año 1600, y todas tremendamente serias". "Teníamos dos obligaciones a las que hacer frente: poner un título chocante y hablar del Derecho de una forma inteligible para todo el mundo", continuó. Para del Valle, "uno de los graves problemas de esta profesión es lograr hablar de algo que necesitamos todos para vivir de una manera que se pueda entender. Y sí lo hacemos de forma divertida, puede que resulte interesante no solo para el abogado".
Finalmente, José Ramón Chaves señaló que la obra trata de "demostrar lo que hay detrás de la profesión, algo que lleva mucho tiempo aprender", pero siempre "aderezándolo con unas notas de humor". En opinión de Chaves, el libro "afronta el gran reto de demostrar cómo puede haber un puente entre la actividad del abogado y la actividad judicial", y trata de dar luz sobre aspectos éticos que los letrados han de tener presentes "en un contexto muy difícil, un contexto competitivo en el que hay que sobrevivir y en el que al letrado se le plantean muchas dudas".