El secretario de Estado para la Unión Europea, Diego López Garrido, ha recordado que España ha defendido y seguirá defendiendo «siempre» que el sistema europeo de patentes que los Veintisiete quieren impulsar en la UE para abaratar los costes de las mismas garantice los principios de «seguridad jurídica y de no discriminación lingüística» del idioma español.
"Hemos defendido siempre y seguiremos defendiendo que una patente de la Unión Europea, que tenga efectos a la vez instantáneamente en todos los países de la Unión, tiene que estar traducida inevitablemente al español y cualquier litigio que tenga que ver con las patentes tiene que ser posible ser defendido en español si el demandado es español", subrayó López Garrido a su llegada al Consejo de ministros de Competitividad de la Unión Europea, celebrado en Bruselas.
El secretario de Estado abogó por "preservar el español como un idioma tecnológico" por tratarse de "uno de los idiomas más hablados en el mundo". Por ello, "una patente europea que tenga como necesario su traducción y sus efectos en español tendrá muchísima más importancia en el mundo", consideró.
Los ministros de Industria de la Unión Europea analizarán hoy, entre otros asuntos, los progresos realizados para crear un sistema de patentes europeo. La aprobación de este sistema comunitario lleva desde 2003 bloqueada por estas discrepancias sobre el régimen lingüístico.
El actual sistema europeo de patentes se rige por el Convenio de Munich que sólo reconoce las patentes traducidas al inglés, francés y alemán, algo inaceptable para España porque "para que las patentes surtan efectos en España deben ser objeto de validación por la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) y, para ello, son objeto de una traducción íntegra al español" con "plenos efectos jurídicos", según fuentes diplomáticas españolas.
Además, la Oficina de Armonización del Mercado Interior de marcas, dibujos y modelos de la Unión Europea, con sede en Alicante, ya utiliza "un régimen de cinco lenguas" que incluye además del inglés, alemán y francés, el español e italiano.