La modificación, que deberá seguir los trámites pertinentes, quiere responder, según ha manifestado Mariano Fernández Bermejo, a las dos de las demandas sociales más acuciantes últimamente; que giran sobre el terrorismo y la violencia en el ámbito de la libertad sexual. El objetivo es que cuando los condenados acaben de cumplir la pena y tengan mal pronóstico de reinserción exista la posibilidad de un control interno.

Ya se venía anunciando hace tiempo la reforma del Código Penal que, finalmente pasará hoy el trámite del Consejo de Ministros.
Dos serán las medidas más importantes se pasarán al texto, la libertad vigilada y el registro de pederastas; que deberán aplicarse con una especial prudencia para no menoscabar derechos fundamentales, dado que se aplicarían posteriormente al cumplimiento de la pena. El objetivo de estas medidas es, principalmente, evitar la reincidencia en delitos especialmente graves y generan alarma social.
Ambas medidas tienen dos nombres propios de referencia, la niña Mariluz respecto al registro de pederastas y José Ignacio de Juana Chaos, para la libertad vigilada.