Con la tasa de morosidad marcando un nuevo récord histórico en el 10,5% el pasado mes de agosto, empresas como Gesico han sabido aprovechar la situación actual para crecer, convirtiéndose a la vez en el chaleco salvavidas de muchas pequeñas y medianas empresas.
Efectivamente, cuando el crédito bancario no
corre -o lo hace con unos intereses que dificultan enormemente la
financiación-, la mayoría de empresas no pueden permitirse no cobrar, puesto
que el impago puede significar el cierre de la actividad. Como pone de
manifiesto un reciente informe de la Plataforma Multi-sectorial contra la
Morosidad (PMcM), una de cada
tres empresas ha cerrado durante esta crisis debido a la morosidad. Este
informe también revela que el impago de
facturas ha supuesto la desaparición de más de 500.000 negocios en España.
Ante esta situación, la cuota litis se impone como
una solución hecha a medida tanto para los intereses de los clientes como de
los bufetes que gestionan los recobros. Mediante esta
fórmula las tarifas de gestión consisten en un porcentaje de la deuda a
recuperar, y el bufete sólo cobra si el cliente cobra. Para José
Ramón Martínez Carrera -Director General
de Gesico- "la idea de prestar un servicio de
recuperación de impagados facturando sólo por éxito nació del resultado de escuchar
las necesidades de los clientes y adaptarlas a un modelo de negocio que
funciona y en el que las dos partes se encuentran satisfechas". Gesico abanderó
esta fórmula ya desde 2003, incluso antes de que el Tribunal Supremo confirmara
su validez legal, y los resultados no se han hecho esperar: con sólo 9 años de
experiencia gestionan ahora más de 157 millones de Euros, presentan un
crecimiento medio del 150% en los últimos 4 años, han pasado de 400 clientes en
2010 a 1.200 en 2012, y les avalan un 98% de sentencias, reclamaciones y
procedimientos favorables.