- La cantidad solicitada por los 19 demandantes asciende a los 6,8 millones de euros
La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha interesado que la empresa Smith & Nephew Orthopaedics Ltd, fabricante de prótesis de cadera con par de fricción metal-metal Birmingham Hip (BHR), sea condenada a indemnizar con 6,8 millones de euros a usuarios y pacientes por los daños a la salud causados por este tipo de implante. Pide que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), dependiente del Ministerio de Sanidad, sea condenada subsidiariamente a hacer frente a dicha indemnización.
Así consta en un escrito del Ministerio Público, recogido por Europa Press, en el que se señala a esta empresa y en el que se apunta que los ciudadanos afectados han sido víctimas de la vulneración del derecho fundamental a la integridad física con relación al derecho a la protección de la salud.
El fiscal Manuel Campoy añade que se habría vulnerado además su derecho a ser protegidos contra los riesgos que puedan afectar a su salud en su condición de consumidores y usuarios de los servicios sanitarios, y esto tanto por haberles suministrado productos sanitarios defectuosos como por no haber evitado su suministro.
Crítica al control de la AEMPS
En el escrito, el fiscal indica que la demanda proviene de 19 personas que conforman la Asociación de Afectados por Prótesis Defectuosas, y critica duramente a la AEMPS por su falta de control sobre esas prótesis defectuosas.
«La AEMPS es responsable indirecta y mediata de los daños a la salud ocasionados a los demandantes, por no haber acordado, de forma cautelar o definitiva, la retirada del mercado y la prohibición de utilización del producto sanitario defectuoso», indica, para añadir acto seguido que esa prótesis «ni siquiera estaba inscrita en el Registro Nacional de Implantes de Cadera pues pese a estar creado no había sido puesto en funcionamiento».
Apunta además que desde 2009 existían «sucesivas retiradas (del producto) y alertas en otros países y de la comunidad científica sobre los problemas que presentaban las prótesis de cadera metal-metal», y entiende que este organismo público «debía conocer» de esto dada su función especial de garante.
El fiscal explica que, ahora, los demandantes han sufrido un daño o perjuicio grave y efectivo a la salud, y subraya que el mismo es «evaluable económicamente» de manera individualizada. «No existe fuerza mayor y los demandantes no tienen el deber jurídico de soportar el daño a la salud que se les ha causado», explica.
Las prótesis BHR
El fiscal recoge en su informe que las prótesis con par de fricción metal-metal pueden ser de dos tipos: prótesis convencionales o estándar y prótesis de superficie (‘resurfacing‘).
Añade que las complicaciones más frecuentes de las prótesis de superficie son la formación de pseudotumores –que causan dolor y comprometen la funcionalidad de la articulación–, necrosis de la cabeza femoral y fracturas de cuello de fémur.
Campoy indica además que «existe evidencia de que, en algunas ocasiones, el par metal-metal genera reacciones adversas, debido a la liberación de partículas provenientes del rozamiento de las superficies articuladas de la prótesis».
«Algunas partículas metálicas pueden liberarse a la circulación general y acumularse en órganos como hígado, riñón o sistema nervioso, aunque en la actualidad los estudios epidemiológicos no aportan suficientes datos sobre la aparición de reacciones sistémicas», detalla.
Y matiza que sí hay evidencias que confirman la elevación de las concentraciones en sangre y en orina de iones pesados (cromo, cobalto), en pacientes portadores de prótesis metal-metal, tanto convencionales como de superficie.