La rapidez con la que la crisis actual destruye empleo está sorprendiendo a los departamentos de laboral de los principales bufetes españoles. Muchos de los socios de laboral dejaron sus despachos en verano con la idea de que les esperaría una intensa reentré, pero según confesaron algunos de ellos a El Confidencial, no se esperaban que fuera a serlo tanto.
"Estamos desbordados de planes", dijo a este diario Salvador del Rey, Socio Director del Área Laboral de Cuatrecasas y Catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social. En referencia a los temidos expedientes de regulación de empleo, o EREs, Del Rey comentaba que no se esperaba a que fueran a llegar tantos y con tanta celeridad. "Lo que más me está impactando es la rapidez. Está alcanzando un nivel que yo no había visto con anterioridad". El letrado puso como ejemplo ilustrativo la experiencia de uno de sus clientes, que habiendo descartado tranquilamente la idea de ir a concurso en julio, se ha visto absolutamente forzado a hacerlo ahora en septiembre.
Con los concursos no hay más remedio que proceder a los despidos colectivos. Las últimas cifras oficiales que brinda el Ministerio de Trabajo recogen los expedientes que se presentaron de enero a junio de este año, un total de 1952, que afectaron a 48.488 trabajadores en todo el territorio nacional. Pero estas cifras aumentarán de manera considerable en el segundo semestre del año, según afirman los socios laboralistas.
La crisis actual está teniendo un impacto en sectores con una enorme fuerza de trabajo. Constructoras, inmobiliarias bancos, aerolíneas y compañías de automóviles son las más damnificadas. A ellas pronto se sumarán las empresas de gran consumo. Pero no todo es un valle de lágrimas. Paralelamente a esta dramática situación, otros sectores, como el de las energías renovables, repuntan con ímpetu y demandan mano de obra. "Estamos asistiendo a una reestructuración de los sectores de nuestra economía", dijo Del Rey.
Para poder canalizar el desempleo hacia el empleo, gobierno y agentes sociales están barajando una reforma intensa de los Servicios Públicos de Empleo, poniendo un fuerte énfasis en la recolocación de los desempleados. El principal reto es la falta de cualificación de muchos trabajadores provenientes del sector de la construcción o del automóvil para trabajar en nuevos sectores, como el de la energía. "Estas personas no pueden recolocarse en cuestión de dos o tres meses", dijo Del Rey.
La recolocación, en lo que respecta a la mano de obra menos cualificada, llevará un tiempo. Mientras, lo más importante, según apuntó Ignacio García-Perrote, Director del Departamento de Derecho Laboral de Uría & Menéndez, es que "los principales interlocutores sociales generen un clima de confianza en la sociedad", dijo en referencia a la CEOE, CEPYME, CCOO y UGT.
Los grandes tampoco se salvan
Aunque las empresas grandes llevaban preparándose desde hace tiempo para un contexto diferente, García-Perrote reconoció que en su departamento también se han visto llamados a tramitar expedientes de regulación. "Las empresas más responsables luchan por quedarse con sus empleados, pero hay situaciones críticas en las que no hay más remedio que despedir", dijo a este diario.
Raquel Flórez, socia laboral de Freshfields, aseguró que todas las empresas se están viendo obligadas a hacer una revisión de sus estructuras. Revisión que, en el caso de ciertos sectores, ya se venía haciendo desde hace años. "Empresas en el sector del automóvil, por ejemplo, se han visto obligadas a cerrar sus plantas industriales para trasladarse a los países del este de Europa y también a Oriente", dijo Flórez.
Esta crisis va a redefinir las fuerzas productivas del país. Siguiendo la máxima sociológica de que los verdaderos cambios sociales son consecuencia de cambios en los modos de producción, queda por ver qué tipo de cambios sociales se producirán
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