El temporal Filomena ha dejado imágenes difícilmente olvidables, principalmente para los habitantes de la Comunidad de Madrid, Castilla-La Mancha, Castilla y León o Aragón, entre otras. Esas imágenes idílicas dieron lugar a importantes problemas de movilidad, tanto en estaciones de tren como en aeropuertos. Uno de los aeródromos más afectados por Filomena ha sido el de Adolfo Suárez-Madrid Barajas. El aeropuerto de la capital canceló todos sus vuelos desde el jueves por la tarde y todavía sigue sin recuperar la normalidad, pues únicamente han conseguido rescatar un par de pistas para que puedan despegar poco a poco los aviones desde Madrid. Nada para las llegadas a la ciudad.
Los viajeros afectados, que si bien no son tantos como ha podido ocurrir en otras grandes nevadas sufridas en Madrid, como consecuencia de las restricciones de movilidad debidas al Covid-19, sí han sido cientos los pasajeros aéreos que se vieron en el Aeropuerto Adolfo Suárez – Madrid Barajas sin poder coger su avión o bien sin poder llegar a esta ciudad desde otros puntos debido al temporal. Otros aeropuertos, por ejemplo, los de las Islas Canarias también se vieron afectados por Filomena, en este caso por los fuertes vientos que dieron lugar a cancelaciones de vuelos o retrasos de los mismos.
reclamador.es recuerda los derechos de los pasajeros aéreos que no han podido volar o su vuelo ha salido días después como consecuencia del temporal Filomena.
Fuerza mayor
reclamador.es señala que lo primero que deben tener en cuenta los pasajeros aéreos es que se trata de una circunstancia de fuerza mayor y, por tanto, los viajeros no podrán solicitar a la compañía aérea una compensación económica, pues el cierre del aeropuerto o la cancelación de vuelos por las condiciones climáticas adversas son circunstancias ajenas a las aerolíneas. Dicho esto, las aerolíneas sí están obligadas al reembolso del precio del billete o al transporte alternativo, si bien esto último en las circunstancias generadas por el temporal Filomena fue realmente complicado, pues la circulación terrestre (por carretera y tren) también estaba gravemente afectada por la borrasca.
Igualmente, las compañías aéreas están obligadas a ofrecer asistencia a sus pasajeros, comidas y bebidas, así como facilitar la comunicación vía telefónica o similar. Si bien, aquí se ha juntado a esta situación otra muy excepcional y es la escasez de restaurantes o tiendas de alimentación en los propios aeropuertos, pues con la pandemia del Covid-19, muchos de estos establecimientos no han vuelto a subir la persiana, recalca reclamador.es.
Las aerolíneas, pese a ser una situación extraordinaria, están obligadas igualmente a facilitar alojamiento a sus viajeros, así como transporte hasta dicho alojamiento y posteriormente la vuelta al aeropuerto, pero aquí, nuevamente, nos encontramos con las enormes dificultades de movilidad que ha generado Filomena.