El híbrido técnico – estratégico
Es probable que sólo te acuerdes de él cuando algo no funciona. Sin embargo, en este artículo pretendo que descubras facetas de estos profesionales que pueden convertirse en la clave para dar un paso más en tu despacho. ¿Qué hacen ahora que antes no?
Básicamente, guiar y acompañar a las empresas para que cuenten con esa infraestructura tecnológica que da respuesta a sus necesidades y, además, a sus futuros objetivos de negocio.
“No va, llama al informático”
Los servicios de mantenimiento (instalación/ reparación) y programación concentraban el tiempo que un informático dedicaba a su cliente. Esto sigue siendo fundamental para que el motor del despacho no se detenga ante una incidencia con un software, un atasco en la impresora o un problema de conexión justo cuando tienes que intervenir en un juicio online o un seminario. Sin embargo, hay mucho más que puedes pedir a tu informático.
Desde el momento en el que comienzan a proliferar las soluciones por parte de los gigantes de la tecnología, lo más inteligente es intentar aprovechar estas y adaptarlas a las necesidades de cada empresa. Con los inicios de la digitalización, el rol del informático evoluciona, sus ojos dejan de estar fijos en la pantalla o teclado de su ordenador para convertirse en una figura de apoyo al empresario.
Actualmente, ¿cuál es entonces el verdadero valor de un buen servicio informático?
Partiendo de la premisa de que resolver problemas con los equipos y con los dispositivos informáticos para garantizar el buen funcionamiento es básico, estos profesionales son claves en la transformación digital. A través de la consultoría tecnológica ofrecen servicios personalizados. En un mercado donde prolifera día a día la oferta en softwares, dispositivos y aplicaciones, es necesario pararse a analizar “Qué necesitas realmente” y “En qué merece la pena invertir”. A través de recomendaciones de colegas o de la publicidad podemos conocer algunas de las soluciones informáticas más populares, pero resulta muy complicado, a no ser que te guste mucho la tecnología, estar al día. De aquí que el informático de confianza haya evolucionado, y después de especializarse en algún que otro lenguaje de programación y ser capaz de gestionar el mantenimiento de un bufete, ahora sea tu socio digital. Es decir, esa persona que es capaz de analizar las prestaciones de una u otra solución y aprovecharla para ti.
El informático como profesional estratégico gana adeptos en despachos donde apuestan por la digitalización para optimizar el trabajo y ser más competitivo. De la mano de estos técnicos, los bufetes dejan de ser locales, su área de influencia se expande más allá de los límites que marcaban su ubicación geográfica.
Un técnico informático acata una gran responsabilidad en el impulso de las empresas. Su misión se centra en seleccionar e implementar las tecnologías adecuadas para mejorar su productividad y su competitividad.
La automatización
Como advertía más arriba, los servicios de mantenimiento siguen siendo muy necesarios. Lo que ha cambiado respecto a hace unos años es que muchas de las tareas, que los informáticos hacían de manera rutinaria, se pueden automatizar. Además de optimizar procesos que precisan menos dedicación y menos inversión, es más seguro. Las soluciones modernas en la nube les permiten establecer, por ejemplo, sistemas de seguridad, tanto para controlar los accesos, como para disponer siempre de copias e historiales de los archivos. ¿Sigues usando dos o tres discos duros externos? El problema, entre otros, es la constancia y elegir bien el sitio para guardarlos.
Puede que tú ya estés automatizando algunas tareas, porque la mayoría de los softwares actuales lo permiten. ¿Lo sabías? Un informático sí, y va más allá; su conocimiento le facilita configurar y gestionar procesos para sacar mayor provecho a la automatización personalizada. Y hablando de ello, la personalización es la clave a la cuestión que planteaba en el titular de este artículo.
A medida
Las soluciones tecnológicas actuales se sustentan en prácticos sistemas modulares que favorecen la personalización. ¿Qué mejor forma de garantizar tu inversión que pagando sólo por aquello que realmente vas a usar?
Si bien, podríamos pensar que los bufetes de abogados tienen necesidades similares, como empresas, cada una presenta sus particularidades y sus necesidades específicas. Por esto, se hace básico apostar por soluciones a medida. En un artículo anterior proponía el CRM como la evolución digital más práctica del Excel, en el mismo, puedes comprobar que para que sea rentable, debe contemplar la información que se gestiona en tu despacho. Y lo mismo ocurre, por ejemplo, con un ERP (sistema de gestión de recursos de la empresa).
En cuanto al uso de aplicaciones en el despacho, integrar con éxito las mismas en las plataformas o sistemas que se utilicen, es otra de las tareas del informático de hoy. No vale sólo con instalar un software y verificar su correcto funcionamiento en uno u otro dispositivo, sino que debe asegurar la compatibilidad entre bases de datos, herramientas de gestión y otras aplicaciones que usemos de terceros (colaboradores, por ejemplo). Para ello, tu informático debe saber de API, scripting y protocolos de comunicación entre los distintos sistemas.
No nos olvidemos de la ciberseguridad
“La gran amenaza acecha tras las pantallas de tu ordenador, tu móvil, tu tablet y hasta de tu calculadora” Los que nos dedicamos a la digitalización, repetimos este tipo de enunciado a diario, porque es así, aún tenemos que mentalizar a las empresas, que no están expuestas sólo las grandes, sino todas.
El negocio de los datos en la era digital favorece la proliferación de riesgos; cada semana surge alguno nuevo. Así que, si tu informático ya ejercía una labor preventiva en tu despacho desde sus inicios, hoy por hoy la debe reforzar con herramientas más precisas que le permitan proteger y gestionar las posibles brechas de seguridad.
El socio estratégico con un gran oído
¿Cómo te imaginas que un informático puede llegar a la optimización de la personalización, a diseñar un plan para que puedas crecer o prever posibles problemas?
Sin duda, debe contar con una buena dosis de comunicación efectiva. Tan sólo se nos ocurre escuchar como la mejor estrategia para después, hacer. Además de tener los conocimientos, sus habilidades comunicativas deben favorecer un clima de confianza donde fluya la información en todos los sentidos. Si es un buen informático, será la persona que te ayude a focalizar los esfuerzos tecnológicos en tu despacho, descubriéndote el impacto que provocan y ayudándote en la toma de decisiones desde una perspectiva global. Ten presente, que el informático trata con todos los miembros de un despacho y cuenta con información muy valiosa sobre organización, seguimiento de proyectos, etc. Su visión de tu negocio te ayudará a alinear esfuerzos y objetivos. Por ejemplo, quizás te puedas plantear ampliar servicios con nuevos colaboradores, pregunta a tu informático si tu infraestructura tecnológica está preparado para ello.
Si has llegado hasta aquí, es probable que no tengas dudas ¿con qué te quedas?
- ¿Con un informático de siempre que repara y mantiene?
- ¿Con un socio digital que te acompaña?