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19/03/2024. 08:30:50

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Margarita Salvador Altabás, Asociada Senior del área de Legal Managed Services de Deloitte Legal

“Nos encaminamos hacia un sector que seguirá transformándose digitalmente y en el que la tecnología obtendrá un protagonismo cada vez mayor”

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  • “Hemos diseñado servicios personalizados con alto valor añadido para el cliente, apalancados en tecnología y prestados por equipos altamente especializados”
  • “El vector del cambio ha sido distinto para las firmas de abogados y las asesorías jurídicas”

Margarita Salvador Altabás, Asociada Senior del área de Legal Managed Services de Deloitte Legal, reconoce la importancia del aprovechamiento del potencial del Legaltech, que permite crecer y aportar más valor al negocio legal. En esta entrevista destaca este y otros aspectos del itinerario que han tomado los profesionales del ámbito jurídico en torno al Legaltech y la innovación.

Usted participó el 26 de mayo en el Encuentro Aranzadi Legaltech ‘La innovación como motor de crecimiento’. ¿Son conscientes las firmas de que si aprovechan el potencial del Legaltech optimizarán sus negocios?

Las firmas son muy conscientes de que deben incorporar tecnología para optimizar sus procesos. Por un lado, en el sector legal llevamos ya unos años hablando de las posibilidades de aplicación de las distintas tecnologías a la función legal: robotics, cognitive o inteligencia artificial, entre otras. Por otro lado, cada vez salen al mercado más plataformas que son capaces de automatizar procesos legales, muchas de ellas diseñadas por abogados y con un bajo coste de implementación y puesta en marcha.

No obstante, la optimización del negocio exige una transformación que va mucho más allá de la incorporación de herramientas de software al día a día de la firma. Tal transformación debe incluir la tecnología, por supuesto, pero también el modelo de negocio, los procesos de la firma o la cultura de sus abogados. Y es, en este punto, en el que algunas firmas difieren. En mi experiencia, solo con una transformación coordinada de la totalidad de aspectos anteriores será posible aprovechar todo el potencial que la tecnología ofrece al sector legal y, además, obtener una optimización real del negocio.

¿Cómo se está aprovechando Deloitte Legal de la tecnología para transformar las propuestas de valor que ofrece a sus clientes?

En el área de Legal Managed Services, la incorporación de la tecnología nos ha permitido generar nuevas propuestas de valor. Pero también reformular las ya existentes, para ofrecer al cliente un servicio que se anticipe a sus necesidades y evolucione con ellas.

A lo largo de los últimos años hemos realizado una profunda transformación de la forma de entender la prestación de los servicios legales. Como resultado de la cual, por un lado, nos hemos trasladado del plano del asesoramiento al de la ejecución, pasando de asesorar a los clientes sobre cómo hacer las cosas, a hacerlas directamente. Por otro, hemos adaptado nuestros servicios al cliente y a su sector de actividad. Por último, hemos incorporado a nuestro día a día la gestión, explotación y análisis de los datos generados en la prestación del servicio, con la finalidad de eficientarlo y mejorarlo de forma continua.

La transformación no ha sido fácil: nos ha exigido dejar atrás a nuestro abogado interno más tradicional, flexibilizar nuestros esquemas mentales y abrirnos a nuevas experiencias: nuevas metodologías de trabajo, gestión de proyectos legales, equipos multidisciplinares formados por perfiles muy distintos a los jurídicos e, incluso, programación de herramientas de low code. Como resultado de lo anterior, hemos diseñado servicios personalizados con alto valor añadido para el cliente, apalancados en tecnología y prestados por equipos altamente especializados.

¿De qué manera pueden mejorar los procesos y las metodologías de trabajo gracias a la explotación de los datos?

Una correcta explotación y análisis de todos los indicadores que miden la función legal permite detectar ineficiencias, duplicidades y cuellos de botella, medir los tiempos de realización de cada tarea y el rendimiento de los equipos, monitorizar las volumetrías o controlar los riesgos. Pero también identificar patrones, realizar predicciones y anticipar y mejorar la toma de decisiones.

El grado de explotación y análisis del gran volumen de datos que tanto las firmas de abogados como las asesorías jurídicas tienen a su disposición está incrementándose de forma progresiva, aunque todavía queda camino por recorrer. Para los despachos, la explotación de datos supondrá, en última instancia, un ahorro de costes y una mejora de su rentabilidad. Además, a las asesorías jurídicas les permitirá elevarse dentro de su organización y les ayudará a cumplir con su objetivo de convertirse en socio estratégico del negocio.

¿Cuándo pasó la tecnología de realizar labores de acompañamiento a convertirse en un órgano vital de las firmas de abogados y de las asesorías jurídicas?

Bajo mi punto de vista, el vector del cambio ha sido distinto para las firmas de abogados y las asesorías jurídicas. En primer lugar, la comoditización de algunos servicios legales junto a la exigencia de honorarios más ajustados y de nuevas formas de facturación, distintas a la tradicional por horas, obligó a las firmas de abogados a trabajar con tecnología de forma más intensa para poder ofrecer sus servicios al precio que demandaba el mercado, manteniendo su rentabilidad. En segundo lugar, el cambio en las asesorías jurídicas ha sido provocado por la necesidad de ser más eficientes para “hacer más, con menos”, el incremento de la presión regulatoria y la gestión del riesgo legal. También ha contribuido a ese cambio su propia organización, por lo general más avanzada tecnológicamente.

En un mundo tan vertiginoso como el de la digitalización, ¿hacia dónde nos encaminamos?

Nos encaminamos hacia un sector que seguirá transformándose digitalmente y en el que la tecnología obtendrá un protagonismo cada vez mayor. Por supuesto, seguirán prestándose servicios legales en los que la tecnología no sea un componente esencial, pero incluso, en esos casos, el servicio deberá adaptarse a los nuevos requerimientos del sector (eficiencia y mejora continua, explotación y análisis de datos, etc.).

En ese contexto, tanto las firmas de abogados como las asesorías jurídicas tienen una magnífica oportunidad para seguir avanzando en su modelo de transformación, con el objetivo de ganar en eficiencia, reducir costes o aumentar su rentabilidad. Sin duda, la inversión y el esfuerzo merecerán la pena.

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