LegalToday

Por y para profesionales del Derecho

Portal jurídico de Aranzadi, por y para profesionales del Derecho

28/03/2024. 15:58:14

LegalToday

Por y para profesionales del Derecho

La envidia en la profesión

abogado y consultor psicológico

A veces admiramos a otros abogados, en cambio otras veces los “envidiamos“, porque tiene prestigio, su palabra vale más que la nuestra, su despacho lleva más juicios que los que tenemos a cargo, cobra honorarios muy superiores a los que se suelen cobrar.

¿Qué es la envidia? ¿Porqué envidiamos?. De entrada diría que es un sentimiento humano, negativo por cierto, pero humano al fin. Y agregaría que la envidia nace porque como decía Chesterton: el hombre es naturaleza disminuida. Con esto desde ya aclaro que, no avalo ser envidioso en el campo profesional y en todo orden de la vida. Solo recuerdo que tal sentimiento es producto de nuestra "falibilidad" y hay que tomarlo de esta manera si pensamos trabajar sobre nuestra conducta para "removerlo", en la medida que podamos.

Entrando al terrenos de la etimología,  la palabra envidia, con origen latino, significaría un "mirar" (vedeor) "hacia" (in) Otro, pero "desde" uno. Es decir, que es una comparación que uno hace con algún Otro, de subjetividades, y ve en el observado -aunque no se admita expresamente que tiene más o es más que lo que uno tiene o es. La mirada envidiosa puesta sobre el Otro, no tiene porque ser real. Atento a que la percepción parte de uno, todo depende del nivel de realismo que tiene la percepción que se tiene del Otro. Pude ser que esta esté alejada de la realidad y veamos en el Otro poderes o riquezas que objetivamente no tiene.

La envidia – esa mirada al Otro –  en cuanto a afección o sentimiento, como dice Béla SzéKely en su Diccionario de Psicología es: sufrimiento de una persona porque otra posee algo que ella no tiene o no puede tener. La envidia que yo le pueda tener a este abogado o aquella abogada es la contracara de la admiración, ya que en ésta, cuando uno reconoce en el Otro una diferencia – más talento, clientes, honorarios, etc – provoca simpatía, encanto, hay un afecto positivo hacia el Otro -mirado-, que también puede ser real o ilusorio, porque no hay que olvidar que también la admiración viene de la subjetividad de uno,  que puede ser que por diversos motivos internos a uno o externos, no sea objetiva.

La envidia suele ser hermanada a los celos, pero son cosas distintas. La envidia es "dual", yo envidio a "un" Otro de la abogacía, en cambio los celos tienen un carácter "triangular", ya que uno siente dolor por el amor inalcanzable de Otro u Otra que aparentemente ya lo alcanzó un tercero. Uno cela al compañero de despacho porque tiene el favor del abogado jefe, cela a aquella abogada por su llegada al juez, etc.

De lo expuesto, ya se puede ver que la envidia se ejecuta sobre el trasfondo del fantasma de la "completud" del Otro. Como dice Silvia Bleichmar en su obra, la Construcción del Sujeto Ético: La envidia se sostiene no sobre lo que el Otro tiene solamente, sino sobre la fantasía de que lo que el Otro da es una parte muy pequeña de todo lo que guarda. Es por eso que ustedes se habrán encontrado con un abogado que se ve beneficiado con el trabajo que le deriva otro colega, y no obstante ello, aquél envidia a éste.

Si nos metemos algo más en el tratamiento de la envidia, que se relaciona con los bienes materiales e inmateriales del Otro que miramos "envidiosamente", dice  José Milmaniene en el Lugar del Sujeto, que la envidia y la codicia es sancionada por el Décimo Mandamiento: "No codiciarás los bienes ajenos ". Y este imperativo no apunta a ser una mera declamación, sino que como dice este autor con cita de Sibonoy:

 "No es en el tener del otro donde puede reencontrarse el ser. Envidiar al otro, querer  "ser " en su lugar, confesarse que no se tiene (un) lugar del ser, que se ha perdido un contacto con éste y que se intenta recuperarlo anclándolo en el lugar del otro".

Este interesante resumen de lo que es la envidia me recuerda el pasaje bíblico de Cain y Abel, donde aquel quizo ser teniendo lo del Otro y la conducta envidiosa llevo a matarlo. Es que las fantasías y conductas envidiosas enajenan al sujeto, lo des-subjetivizan y lo hacen perder la posibilidad de encontrar su propio lugar, ya que su vida está pendiente del Otro, no es sino a través del Otro. Uno llega a creer – y esto es solo una confusión-  que puede subjetivizarse o ser persona, si logro apropiarme del triunfo del Otro, de sus bienes, de su clientela, de Ser mismo del Otro. Así es como nos repetimos la conducta de Cain, ya que la actitud envidiosa de uno nos consume, esto porque la energía pulsional, la actitud libidinal, las fuerzas psíquicas se pierden en nuestro lamento y en sentirnos desdichados, al lado del Otro que lo miramos como triunfante – quién a su vez no suele darse cuenta de la actitud que tenemos hacia él –. Nos llenamos de odio por no ser como el Otro, pensamos en hacerle el mal y llegamos a querer suprimirlo. Pero no entendemos, que el mal que vivimos no es por el Otro, es por nuestra pasividad para ser nosotros mismos. 

Tengo la seguridad que mas de uno se estará preguntando: ¿Puedo ser un profesional que deje de envidiar?. Dejar, no lo creo,ya se dijo que "somos naturaleza disminuida". Si podría lucharse contra la envidia, en una pelea sin final. Y también podría agregar en una lucha des-pareja, ya que estamos en una cultura del tener y cuanto más rápido mejor. Así las cosas, me veo culturalmente instado a "tener cuanto antes" , y la envidia que me hace ser en el Otro que tiene, es una buena ¨droga" para sentir que "no soy". Pero como toda droga con el tiempo a uno lo termina destruyendo. Por algo se suele decir: "me muero de envidia". Efectivamente la envidia mata la personalidad. Pero reitero entiendo que hay lugar siempre para trabajar la personalidad y fortalecer el Yo, de tal manera que uno sienta como decía Henley en su poema Invictus:

"Ya no importa cuál fue mi camino

ni cuántas culpas he acumulado.

Soy el dueño de mi destino.

Soy el capitán de mi alma."

Valora este contenido.

Puntuación:

Sé el primero en puntuar este contenido.