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Los juicios de Beethoven reclamando la custodia de su sobrino

Presidente de la Asociación Europea de Abogados

Durante más de cinco años, desde 1815 a 1821, Beethoven estuvo absorbido por una batalla legal por la custodia de su sobrino Karl, hijo de su hermano. La otra parte era la mujer de su hermano. El niño Karl tenía nueve años cuando se iniciaron los juicios. Durante esos cinco años Beethoven no escribió ni una sola nota musical, visito a distintos abogados y declaro varias veces personalmente en los juzgados. Tras ganar definitivamente la custodia los últimos años de su vida hasta su muerte en 1827 estuvo completamente obsesionado por su sobrino.

Beethoven siempre tuvo grandes carencias afectivas. Nunca consiguió una relación estable con una mujer. No se casó ni tuvo hijos. Para el su sobrino fue la única referencia afectiva en una vida totalmente solitaria. Por ello tras morir su hermano se volcó en conseguir la custodia.

Vayamos a los antecedentes legales. En noviembre de 1815 dos días antes de morir el hermano de Beethoven, Kaspar, otorgo testamento nombrando tutor de su hijo Karl a Beethoven. Karl añadió un codicilo indicando que la custodia debería ser ejercida conjuntamente por Beethoven y la madre del niño.

Inmediatamente después de la muerte de Karl, Beethoven y la madre fueron nombrados cotutores. Cuatro días después Beethoven presento una demanda en el juzgado solicitando la custodia exclusiva. Beethoven fue citado a declarar el 13 de diciembre. Explico que la madre (Johanna) estaba involucrada en actividades criminales. Johanna había sido condenada por malversación del dinero de su marido. El 9 de enero de 1816 el juzgado dictó sentencia atribuyendo la custodia de Karl en exclusiva a Beethoven.

Johanna visitaba constantemente a su hijo a la salida del colegio en el que Beethoven le había matriculado. El compositor pidió orden de alejamiento que le fue concedida.

El 6 de septiembre de 1818 Johanna solicito una modificación de medidas pidiendo la custodia alegando que Beethoven no podía comunicarse con Karl por ser sordo y que no ejercía adecuadamente la custodia. La demanda fue desestimada el 18 de septiembre.

El 21 de septiembre Johanna presento una nueva demanda solicitando un cambio de colegio. Beethoven y Johanna declararon el día 23. El compositor alego que Karl tenía buenas notas y presentó como prueba documental un informe del colegio. El 3 de octubre el juzgado desestimo la demanda.

El 7 de diciembre del mismo 1818 Johanna presentó otra demanda de modificación de medidas alegando como hechos nuevos que Beethoven maltrataba a Karl. Aporto como testigos a un familiar empleado en un despacho de abogados y un sacerdote. Mejor asesorada discutió la competencia del tribunal. Beethoven había acudido al juzgado de los nobles, pero no era noble. El juzgado se declaró incompetente y el asunto pasó al juzgado común para los ciudadanos que no eran nobles.

El juzgado dictó medidas provisionales el 11 de enero de 1819 otorgando la custodia a la madre. El 17 de septiembre el juzgado dictó la sentencia final con custodia para la madre y un cotutor.

Beethoven cambio de abogado. Acudió a uno de los abogados más famosos de Viena, Johann Baptist Bach, que había sido durante muchos años decano de la facultad de derecho. Presentó recurso de apelación. Durante la pendencia del recurso Beethoven se volcó en el tráfico de influencias recurriendo a sus poderosos amigos. También tuvo entrevistas individuales con los jueces del tribunal. Ganó el recurso. El 8 de abril de 1820 el tribunal dictó sentencia revocando la de instancia y confiriendo la tutela a Beethoven y a su amigo Karl Peters. Johanna presentó recurso ante el emperador que fue desestimado.

La persona que resultó decisiva en la estimación de recurso fue el Príncipe Archiduque Rudolph hijo del emperador Leopoldo II y de la emperatriz María Luisa de España. Beethoven fue profesor de piano del príncipe y se hicieron amigos. Rudolph se convirtió en protector de Beethoven. Se veían regularmente. El compositor dedico al príncipe catorce partituras incluyendo el “Trío del Archiduque”, la “Hammerklavier Sonata”, el “Concierto para piano nº 5 Emperador”, la “Missa Solemnis” y, la “Sonata para piano número 26, Los Adioses”.

El príncipe apoyo a su amigo ante los jueces. Entre la prueba documental de Beethoven había un acta del príncipe declarando que Beethoven era un excelente tutor. Un empleado del Príncipe entregó personalmente a uno de los jueces un memorándum redactado por Beethoven en el que señalaba que “el mundo civilizado reaccionaría con desaprobación si se le denegara la custodia”.

En definitiva, el recurso lo ganó Beethoven gracias al príncipe de Austria.

Hay dos películas donde aparecen los juicios. La primera es la inglesa “Beethoven´s Nephew”, que trata sólo de la relación entre Beethoven su sobrino. Es un film mediocre, aunque de evidente interés al haber lamentablemente tan pocas películas sobre compositores. La segunda es la muy comercial “Amada Inmortal”. La película es excelente, pero se deforma la realidad histórica presentando a Karl como hijo de Beethoven. En cualquier caso, merece la pena verla.

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