El pasado día 2 de julio, lunes, tuvo lugar la entrega de los “Premios Jóvenes Juristas 2012”, en su XII edición, en el Centro de Estudios Garrigues, de manos del Secretario de Estado de Justicia, don Fernando Román García.
El "Premio Jóvenes Jurístas", promovido por el Centro de Estudios Garrigues, Fundación Garrigues, Universidad de Navarra y Editorial Thomson Reuters Aranzadi, es el máximo reconocimiento que a día de hoy se le puede otorgar a un joven licenciado en Derecho, reconocimiento que agradecemos todos los participantes en este premio a lo largo de todas sus ediciones, debido al prestigio y reconocimiento que ostenta en el mundo jurídico.
Personalmente, pero que sin lugar a dudas el resto de participantes también comparten mi opinión, decidí presentarme y realizar este premio especialmente por dos factores, en primer lugar por el prestigio y reconocimiento del mismo, lo que te da un gran apoyo curricular y por lo tanto un elemento diferenciador a la hora de iniciar la vida profesional, y en segundo lugar por la oportunidad de realizar un master en el Centro de Estudios Garrigues gracias a su régimen de becas y premios, permitiéndonos complementar excelentemente nuestros estudios, oportunidad que sin duda aprovechare cursando el próximo año el Master de Práctica Jurídica Empresarial.
Por ello, me gustaría aprovechar la ocasión para agradecer, de nuevo, a las instituciones que hacen posible "Premios Jóvenes Juristas" el desarrollo de este tipo de iniciativas, fomentando el trabajo bien hecho, el tiempo invertido, la constancia y el esfuerzo, agradecerles su apuesta por la formación y excelencia, reconociendo también que gracias a ello contribuyen, directa e indirectamente, a incrementar nuestras ambiciones.
Participar y ganar el "Premio Jóvenes Juristas" no es nada fácil, ya que todos los participantes cuentan con altos niveles formativos y de conocimientos, así con grandes capacidades, pero no obstante aprovecho para animar a los estudiantes de derecho (o doble licenciatura/grado con derecho) a aprovechar el tiempo desde el primer día de estudio, trabajando, siendo constante y responsable para así poder participar en este premio, donde podréis ver que el esfuerzo, dedicación y tiempo invertido en las facultades tiene su recompensa, recompensa que, sin lugar a dudas, merece la pena.
Mi decisión de participar en este premio se remonta a los primeros años de carrera, cuando gracias a la información dada por los profesores, así como por las notas de prensa empecé a interesarme por el mismo, aprovechando mi pasión por el derecho empresarial (no solo mercantil, sino también tributario, laboral, etc.). La verdad, es que desde un principio lo veía un poco lejano e incluso imposible, debido al alto grado de exigencia, pues no olvidemos que se trata de uno de los premios de referencia en el mundo jurídico.
En medio de una situación de incertidumbre, llegó el mes de marzo del año en curso, fecha en la que tuvo lugar la sesión informativa en el Centro de Estudios Garrigues y en la que se procedió a resolver el caso práctico del premio del año anterior, por parte de Don Pablo Olábarri (gran profesional y docente, quien realiza una enorme y reconocida labor de difusión del premio). Dejando atrás ciertos miedos, decidí acudir a tal sesión, donde pude solucionar todas mis dudas acerca del premio y de las distintas pruebas, donde a su vez, pude dejar atrás todo tipo de interrogantes, gracias al compromiso, al trato cercano y ánimos prestados por los miembros del Centro de Estudios Garrigues.
Tomada esta decisión, remití al centro la información requerida, información mediante la cual se deben acreditar los requisitos que exige el Centro – requisitos ciertamente altos y exigentes debido al nivel y prestigio del premio – como estar cursando el último curso de licenciatura, tener al menos una nota media de siete puntos en el expediente, así como el resto de aspectos que puedan avalar tu candidatura, como por ejemplo certificados de idiomas, becas de excelencia, becas de colaboración, practicas externas, cursos específicos y de especialización, etc.
Una vez remitida la información, el Centro de Estudios procede a la selección de los candidatos que podrán realizar la primera de las fases, mediante una dura y difícil tarea debido a los altos niveles de los candidatos. En esta edición fuimos seleccionados 28 candidatos de entre un número elevado de solicitudes.
Una vez seleccionados para la participación en el Premio, se nos comunicó esta buena noticia, así como la fecha (16 de abril) en el que deberíamos realizar la primera de las fases, el dictamen escrito sobre un caso de derecho de empresa, ciertamente complejo y completo, pues contenía aspectos de diferentes disciplinas, tales como derecho mercantil, tributario, competencia, laboral, arbitraje, etc. Para el desarrollo de esta fase contábamos con un periodo de tiempo de cinco horas – tiempo que en un principio considerábamos excesivo, pero que al final pudimos ver como ciertas reflexiones y pinceladas quedaron en el aire no pudiendo ser plasmadas en el dictamen -, del mismo modo, para la elaboración de este escrito nos podíamos apoyar, como no, en nuestro conocimientos adquiridos a lo largo de la carrera, así como en cualquier texto legal que considerásemos oportuno.
Tras la realización de la primera de las fases, toca esperar durante un breve periodo de tiempo, breve periodo de tiempo en el que, casi exclusivamente, piensas acerca de lo escrito en el dictamen, pensando y elaborando nuevas reflexiones, que como es obvio no puedes plasmar en el dictamen, pero que sin lugar a dudas podrás emplear en la última de las fases.
A la fase final únicamente pudimos acceder doce candidatos y en la que tuvimos que defender nuestro dictamen ante un tribunal compuesto por prestigiosos juristas. Esta última fase comienza exponiendo por parte del candidato aquella cuestión o aspecto que, desde su punto de vista, considera más importante, en mi caso, decidí exponer la cuestión relativa a la situación patrimonial de una sociedad en perdidas, así como las posibles medidas de reestructuración, aprovechando de este modo, el contexto económico-financiero en el que nos encontramos en el día de hoy. Tras esta breve exposición, exposición que no dura más de dos minutos, los distintos miembros del tribunal realizan al candidato preguntas relacionadas con el supuesto práctico y con su dictamen, logrando de este modo medir y calificar las capacidades de expresión oral y de fluidez del candidato.
Pasado este tiempo, los responsables del Centro, en mi caso, doña Carmina de Pablo a quien he de agradecer su atención, te comunican el resultado final, en mi caso, una extraordinaria noticia, noticia que en un principio no me creía, pero al final desperté y pude ver que era realidad y no uno de los sueños que tanto había deseado.
En conclusión, mi experiencia en el "Premio Jóvenes Juristas 2012" ha sido extraordinaria y enriquecedora, y no solo por resultar ganador de esta edición, ya que los ganadores somos todos los participantes, sino por la experiencia de poder realizar el dictamen sobre el caso práctico propuesto, ya que puede medir mis habilidades y capacidades en un contexto de caos, por lo que al tiempo y al estrés se refiere, así como por haber podido debatir y discutir aspectos relacionados con el supuesto con aquel magnifico y prestigio tribunal.
Espero que este tipo de iniciativas, no solo en el mundo jurídico, se multipliquen, con el fin de reconocer y premiar la dedicación, el esfuerzo y el tiempo invertido por todos los estudiantes, contribuyendo a hacer de nosotros mejores estudiantes y en un futuro grandes profesionales, logrando que podamos ejercer nuestras profesiones con eficacia y eficiencia, con competencia.
