“Nunca entiendes a una persona hasta que consideras las cosas desde su punto de vista, hasta que te metes en su piel y caminas por ella.”
Harper Lee
La empatía constituye una capacidad fundamental del ser humano, y como tal ha sido estudiada por multitud de disciplinas como la filosofía, la antropología, la sociología, la neurociencia o la psicología, entre otras muchas. Asimismo, para la mediación la empatía constituye uno de sus elementos esenciales, y cuya presencia contribuye al éxito del proceso. Pero, ¿a qué nos referimos exactamente cuando hablamos de empatía? Pocos términos tienen tantos significados como la empatía.
Siguiendo al psicólogo social norteamericano C.B. Batson (2011), el término empatía se aplica a muy diferentes fenómenos, relacionados entre si y que tienen “componentes cognitivos, afectivos y de comportamiento”. Según este autor, cada uno de los fenómenos es conceptualmente distinto y hace referencia a un “estado psicológico diferente” e incluso en ocasiones pueden tener denominaciones diferentes a la empatía.
En su indagación de la empatía, Batson trata de aclarar su significado a través del reconocimiento de la complejidad del concepto de empatía. Para ello identifica ocho usos o significaciones diferentes.
Estos 8 usos de la empatía definidos por Batson son los siguientes:
Acepción 1: La empatía entendida como el conocimiento del estado interno de otra persona, incluidos sus pensamientos y sentimientos, también denominada empatía cognitiva o ajuste empático.
Acepción 2: La empatía entendida desde un punto de vista de la neurociencia como la adopción de la postura, de manera mimética, o la respuesta a través del reflejo neural hacia el otro, a través de circuitos de percepción- acción.
Acepción 3: La empatía concebida como la capacidad de sentir los sentimientos de otra persona. Esta acepción es una de las más frecuentemente utilizadas, y se refiere a poder sentir la misma emoción que otra persona, también llamada en el ámbito de la psicología como contagio emocional, empatía afectiva o empatía emocional automática.
Acepción 4: La empatía entendida como intuición o proyección de uno mismo en la situación de otra persona. Este uso fue desarrollado por algunos autores en el ámbito de la creación artística por lo que es nombrada como empatía estética, acepción esta menos frecuente en la psicología contemporánea, y más frecuente a comienzos del SXX.
Acepción 5: La empatía entendida como el proceso de imaginar cómo otra persona se siente o piensa, siendo relevante en esta acepción la perspectiva del otro.
Acepción 6: La empatía entendida como el proceso en el que uno mismo imagina cómo debe pensar o sentir en el lugar de la otra persona, denominado asimismo como toma de perspectiva.
Acepción 7: La empatía como el sentimiento de angustia que aparece ante la presencia del sufrimiento de otra persona. Como afirma Batson, esta acepción se refiere a un estado que no implica sentir por el otro como en la compasión, ni sentir como el otro como en la empatía afectiva, sino el sentimiento de angustia debido al estado de sufrimiento de la otra persona.
Acepción 8: La empatía entendida como el sentimiento por otra persona que está sufriendo, como respuesta congruente con el bienestar o malestar percibido de la persona con la que interactuamos, congruente en el sentido de la misma valencia que la emoción, positiva en caso de percibir bienestar o negativa en el supuesto de percibir malestar. Esta acepción no siempre ha sido referida como empatía, también como compasión.
Y tras el recorrido por los ocho significados de la empatía, ¿a qué empatía nos referimos cuando hablamos de empatía en mediación? Dejamos la respuesta para posteriores post.
